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Una década de lucha en el PP local

Santos llegó a la alcadía por una moción de censura tras reconciliarse la derecha porriñesa

La política local de O Porriño estuvo dominada desde la Transición y durante más de dos décadas por el PP de José Manuel Barros. Él era uno de los más destacados miembros del denominado sindicato de alcaldes, grupo de regidores de poblaciones intermedias en el que durante años sustentó su poder el entonces delfín de Manuel Fraga, Xosé Cuiña. En 2003, con Cuiña apartado tras la catástrofe del Prestige, el PP porriñés comenzó su travesía del desierto. Barros perdió la mayoría absoluta socavado por el abandono de su hasta entonces teniente de alcalde, Gonzalo Ordóñez, que se presentó con una lista independiente en la que iba como número 2 otro distanciado de Barros, Nelson Santos, empleado de banca.

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Ordóñez votó entonces la investidura de un alcalde nacionalista, y Santos acabó desmarcándose también de él. Su guerra por hacerse con el descabezado PP local abocó a ambos a concurrir a las siguientes elecciones, las de 2007, con sus respectivos partidos independientes. Mientras, los populares elegían a una tercera persona, Manuel Carrera, para su candidatura. La división de la derecha volvió a darle la alcaldía al BNG, pero el PP provincial y autonómico ya no estaba dispuesto a seguir sin controlar una plaza clave para mantener la Diputación.

Con las municipales de 2011 en mente, la reunificación se encarriló un año antes, cuando Santos, Ordóñez y Carrera pactaron al fin, tras numerosos intentos fallidos, una moción de censura contra el BNG, entonces las siglas más votadas. Santos llegó a alcalde aún como independiente y, pese a obtener en los comicios apenas el 18% de los votos, cinco puntos menos que la lista popular. En 2011, reintegrados tanto él como Ordóñez en el PP, Santos revalidó la alcaldía ya con mayoría absoluta. Ordóñez perdió aquella batalla por la derecha local, pero, un año después, Feijóo lo nombró director de Relacións Parlamentarias.

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