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La UE aporta 1,9 millones para recolocar a 285 exempleados de Santana

El Gobierno central deberá invertir el 50% restante de este fondo

Ginés Donaire
Trabajadores de la factoría de Santana en Linares, en una protesta de 2012.
Trabajadores de la factoría de Santana en Linares, en una protesta de 2012.julián rojas

En el último pleno antes de las elecciones del 25 de mayo, el Parlamento Europeo ha dado luz verde a la concesión de una ayuda de 1,9 millones de euros para apoyar la inserción laboral de 285 trabajadores despedidos tras el cierre de la factoría automovilística Santana Motor en febrero de 2011. La ayuda comunitaria, que ya había sido aprobada por la Comisión Europea, supone la mitad del fondo necesario para financiar la recolocación de estos trabajadores, que quedaron excluidos del plan de prejubilaciones de Santana, al tener menos de 50 años; y del Plan de Acción Social suscrito entre la Junta de Andalucía —accionista mayoritaria de Santana— y los sindicatos. La otra mitad del fondo deberá ser aportado por el Gobierno español.

La ayuda comunitaria procede del Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización (FEAG), que está dotado con un presupuesto anual de 150 millones de euros para ayudar a los trabajadores de empresas en crisis al ofrecerles formación para su reciclaje profesional y subsidios económicos. El comisario europeo de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión, László Andor, ha admitido que la producción de coches en Europa “ha caído de manera dramática” por lo que defendió “la importancia de la solidaridad europea para ayudarles a gestionar esa difícil transición”.

A la espera de proyectos

Linares (Jaén) ha pasado en solo unos años de ser la punta de lanza de la industrialización en esta provincia a convertirse en uno de los municipios con mayor tasa de paro, sobre un 50%. El cierre de Santana Motor hace ahora tres años fue la antesala del desierto industrial en el que se ha convertido la segunda ciudad más importante de Jaén, cuyo exiguo término municipal carece de actividad agraria.

Más de 5.000 personas se manifestaron el pasado 15 de marzo para reclamar de los Gobiernos central y autónomo el cumplimiento del Plan Linares Futuro, que debía convertirse en alternativa al cierre de la industria automovilística. Pero la unidad de acción de todos los grupos políticos locales en esa manifestación no tardó en resquebrajarse poco después, como se demostró en el rifirrafe que protagonizaron PSOE y PP en el Parlamento. El consejero de Economía, José Sánchez Maldonado, defendió la actuación de la Junta en materia industrial en Linares, al tiempo que lamentó que el Gobierno central haya reducido en un 26% sus fondos para la reindustrialización de la provincia de Jaén desde 2011.

Sin embargo, la diputada popular Ángeles Isac, demandó el cumplimiento íntegro de dicho plan. “Nadie de Linares cree en las palabras de la Junta, ni en materia de póliza a los trabajadores, inversión en formación e inserción laboral”, criticó la parlamentaria del PP. Y se preguntó: “¿Dónde están los nuevos proyectos industriales?”.

El cierre hace tres años de Santana Motor, tras medio siglo de actividad en la comarca, supuso la puntilla a un devastador proceso de desindustrialización que se ha llevado por delante en los últimos años más de 7.000 empleos y que ha dejado una tasa de paro que ronda el 50% en Linares (Jaén). Todos los agentes sociales y grupos políticos de la localidad piden a las Administraciones, en especial a la central y a la autónoma, que cumplan con los compromisos del llamado Plan Linares Futuro, diseñado como alternativa al cierre de Santana y por el que la Junta se comprometió a atraer media docena de empresas y recolocar a unos 285 trabajadores de la extinta factoría de todoterrenos. La crisis ha frenado la llegada de esas industrias, vinculadas en su mayoría a las energías renovables, y las que sí han ocupado las instalaciones del viejo parque empresarial no han asumido los compromisos de contratación.

De momento, ya se han abonado las prejubilaciones a los casi 800 empleados mayores de 50 años y también se ha cumplido con buena parte de las indemnizaciones abonadas a los trabajadores no incluidos en el Plan de Acción social. Sin embargo, el sindicato UGT ha advertido que acudirá a la vía judicial para reclamar las recolocaciones con los empleados que fueron despedidos antes de cumplir los 50 años.

Por si fuera poco para el declive industrial de Linares, esta semana ha anunciado su marcha la empresa Aemsa Santana, dedicada a la fabricación de componentes para aerogeneradores de la industria eólica y que cuenta con unos 40 trabajadores. La firma argumenta el cierre en la reducción de la carga de trabajo y en el sobrecoste que supone el transporte de la materia prima. Aemsa nació en 2007 en el marco del plan de diversificación de Santana, y en su día se presentó como uno de los símbolos para la diversificación industrial de Linares cuando ya se adivinaba un negro futuro para la compañía de todoterrenos.

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“Supone dar un paso de gigante para terminar de convertir a Linares en un desierto industrial”, lamentó Antonio Ribó, de UGT. Y es que, la fabricación de torres de aerogeneradores de energía eólica se convirtió en su día en una de las esperanzas para cambiar la dinámica industrial regresiva en Linares.

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