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Los hoteleros confían en un buen arranque de la temporada turística

La ocupación hotelera llegará al 80% en Barcelona, el Pirineo y la Costa Brava La excepción es la Costa Dorada, que no espera llenar más del 60% de las plazas El sector se muestra preocupado por una posible caída de los viajeros rusos

Un grupo de turistas se fotografía ante la fachada de la catedral de Barcelona.
Un grupo de turistas se fotografía ante la fachada de la catedral de Barcelona.GIANLUCA BATTISTA

Las vacaciones dejarán a medio gas el grueso de la actividad económica catalana, pero reactivarán casi todos los motores del sector turístico. Los hoteleros confían en cerrar una buena Semana Santa, con una ocupación que llegará al 80% en la ciudad de Barcelona, la Costa Brava y los Pirineos y se quedará algo por encima del 60% en la Costa Dorada, donde pronostican arranque de temporada peor que el de 2013. Las agencias de viajes prevén que lleguen un 5% más de turistas que en la Semana Santa del año pasado, aunque entonces se celebró en el mes de marzo. Estas vacaciones también servirán para anticipar el alcance de la crisis de Ucrania y la devaluación monetaria en Rusia, cuyo mercado aportó el año pasado un millón de viajeros.

La ciudad de Barcelona será de nuevo el principal polo de atracción de turistas, del que se beneficiarán hoteles y apartamentos. El Gremio de Hoteles estima que esta semana los establecimientos llenarán el 70% de su capacidad y superarán el 80% el próximo fin de semana. “Es muy similar al año pasado”, asegura Manel Casals, secretario general del Gremio de Hoteles. También los apartamentos esperan una ocupación parecida, lo que supone un aumento respecto del año pasado. “Siempre nos interesa más que la Semana Santa caiga en marzo, porque abril es normalmente un buen mes”, asegura David Riba, presidente de la Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (Apartur).

No solo será una buena semana para Barcelona. Las reservas en el conjunto de Cataluña han crecido el 5% y se registra ya un incremento del turismo doméstico. “La gente empieza a perder el miedo a quedarse sin trabajo, y eso supone que ya empiece a dedicar un presupuesto a vacaciones. Lo vemos incluso de cara al verano, cuando ya notamos entre un 15% y un 20% de incremento en las reservas”, asegura Martí Sarrate, presidente de la Asociación Catalana de Agencias de Viajes Especializadas (Acave).

Grupo familiar de turistas en el Puerto de Barcelona.
Grupo familiar de turistas en el Puerto de Barcelona.GIANLUCA BATTISTA

Los hoteleros de la Costa Brava, con tres de cada cuatro establecimientos abiertos, auguran una ocupación del 80%. El centro del litoral gerundense prevé una ocupación del 81%, los del sur llegarán al 75%, y los del Alt Empordà, al 65%. La ciudad de Girona espera llenar el 55% de las habitaciones; la Cerdanya y el Ripollès, alrededor de la mitad, y el interior de La Selva y la Garrotxa apenas alcanzarán al 40%. “Parece que hay un pequeño estiramiento del periodo vacacional, lo que nos llevaría a un crecimiento de facturación y quizás sí estaríamos en ese inicio esperado de la recuperación”, señala el gerente del grupo Costa Brava Centre, Martí Sabrià. El 75% será turismo interior, mientras que el resto procederá de Francia y Bélgica. El turismo ruso bajará el 10% respecto a 2013 a causa de la devaluación del rublo. Las casas rurales esperan una ocupación del 90% para los días fuertes de Semana Santa, mientras que para el resto del periodo la ocupación bajará al 35%.

No tan optimistas son los empresarios de la Costa Dorada, que prevén una ocupación del 60%, por debajo de la registrada el año pasado. Ello también se debe, sin embargo, a que habrá entre un 10% y un 15% más de camas abiertas, según la Asociación Hotelera Salou-Cambrils-La Pineda. “Los hoteleros se han atrevido más”, explica la entidad, que prevé un incremento del 10% del mercado británico pero también se muestran preocupados por el mercado ruso, que ya ha empezado a caer entre el 15% y el 20%, según Xavier Roig, portavoz de los hoteleros. “Antes del conflicto de Crimea el turismo ruso era ligeramente superior que en años anteriores, pero el rublo se ha depreciado el 20% respecto al euro y al dólar. Eso significa que venir aquí les cuesta un 25% más que hace solo un mes y medio”, explica Roig.

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Los empresarios de Lleida estiman que recibirán unos 70.000 turistas, lo que permitirá una ocupación del 80% entre el Viernes Santo y Lunes de Resurrección. El resto de la semana los hoteles llenarán el 40% de sus camas. Las comarcas del Pirineo, en especial las zonas de esquí, serán las que albergarán más visitantes. Precisamente, esta semana se ha inaugurado la temporada de turismo activo y de deportes de aventura, que genera un impacto económico de 66 millones de euros.

Con información de Lluís Pellicer, Mercè Pérez, Marta Rodríguez y Lluís Visa

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