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El juez que favoreció a empresarios de ITV niega que fueran amigos

El magistrado sí que ha admitido que se enviaron mensajes, comieron juntos e hicieron un viaje Joaquín Ortiz Blasco pidió la jubilación anticipada ante la avalancha mediática en su contra

Joaquín Ortiz Blasco, exmagistrado del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), ha negado hoy, durante el juicio que se celebra contra él en el Supremo, su amistad con los empresarios Ricard Puignou y Enric Marugán, a los que supuestamente asesoró en la adjudicación de las ITV en Cataluña. Está acusado de un delito de negociaciones y actividades prohibidas a los funcionarios públicos y de abuso en el ejercicio de su función.

Blasco ha negado esa amistad pero, a preguntas del fiscal, ha tenido que asumir que viajó con ellos a Dubrovnic (Croacia) o que cenó y comió en varias ocasiones con ambos mientras se resolvían bajo su jurisdicción asuntos en los que eran parte estos empresarios. Además, ha asumido que intercambió con ellos correos electrónicos que adjuntaban escritos jurídicos que afectaban a dichos asuntos. También ha negado Blasco haber tenido conocimiento de la existencia de una trama de políticos y empresarios para amañar la adjudicación de las ITV en Cataluña, así como conocer a Oriol Pujol Ferrusola, diputado catalán y secretario general de CDC, imputado en la investigación del caso.

"Fui traicionado en mi buena fe. No conocía toda esa trama de las ITV, como se ha llamado, ni que hubiera una negociación a mis espaldas. Luego he conocido la existencia de esa trama, actos que deberán ser juzgados por un tribunal", ha declarado.

El Tribunal Supremo (TS) ha comenzado hoy el juicio en el que el fiscal acusa a este exmagistrado de asesorar a los dos citados empresarios imputados en la trama de las ITV en Cataluña, por lo que pide para él dos años de suspensión de empleo y sueldo y una multa de 900 euros. Blasco, durante un tenso interrogatorio, ha aceptado que varias fotografías existentes en el sumario demuestran que cenó en el restaurante Can Vallés, en febrero de 2012, con los dos empresarios, después de que se hubiera admitido un recurso de ambos en su sala y cuando todavía no había sentencia.

También ha asumido que le dio el "ok" en un mensaje electrónico a un correo de Puignou que adjuntaba un escrito de éste relacionado con su recurso, que le envió a Masnou un modelo de recurso contencioso administrativo o que participó en una comida con los dos empresarios y directivos de la Generalitat, siempre en relación con los recursos de ambos. Asimismo, ha aceptado que viajó a Dubrovnic junto a Marugán y Puignou, con billetes que, según el fiscal, pagó el primero de los empresarios citados.

Blasco tiene 64 años y solicitó su jubilación anticipada al Consejo General del Poder Judicial, que se la concedió en marzo de 2014 y que antes, en julio de 2013, le suspendió en relación con las actuaciones abiertas contra él.

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El Tribunal Supremo investigó desde octubre de 2012 a este magistrado, que presidía la sección quinta de la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJ de Cataluña, por el supuesto asesoramiento a estos empresarios, imputados en el caso de las ITV, en relación con los recursos interpuestos ante su Sala contra la concesión de nuevas estaciones.

El asesoramiento pudo llegar incluso a facilitar pactos fuera del cauce legal entre Certio y la Generalitat catalana en perjuicio de las partes presentes en los concursos. El acusado se ha defendido calificando su intervención en este caso de mediación.

Blasco ha calificado de "fabulación que raya en la demencia" que se pretenda que tuvo capacidad de influir en las resoluciones de los otros magistrados de su sala y también en la labor legislativa de la Generalitat. El exmagistrado ha señalado que sus respuestas a los correos de Puignou obedecían a su deseo de "quitárselo de encima" y que no debió aceptar esos contactos.

Ha añadido que pidió su jubilación ante "la avalancha" de presión mediática que cayó sobre él tras la apertura del caso y después de haber fracasado en su intento de ser magistrado del Tribunal Supremo.

Esta tarde el fiscal interrogará a diversos empresarios, entre ellos a Marugán y Puignou, además de a policías y funcionarios, mientras que la vista continuará con los testigos de la defensa mañana.

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