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Saloufest: vuelve el turismo de cogorza

Una primera oleada de 4.500 jóvenes desembarca desde Reino Unido El evento deja unos ingresos de unos cinco millones de euros

Foto: atlas | Vídeo: ATLAS

Hasta 9.500 universitarios británicos desembarcarán en Salou (Tarragonès) en las próximas semanas para participar en el polémico Saloufest, un “festival deportivo” que entraña también largas madrugadas de fiesta y desenfreno en los bares, hoteles y calles del municipio de la Costa Dorada. Los universitarios recalarán en Salou en tres oleadas: ayer llegó a la localidad un primer grupo de 4.500 jóvenes tras un largo recorrido desde sus ciudades de origen. La mayoría realizó trayectos de 20 horas en autobús con la promesa de disfrutar de “la semana más loca, memorable y ruidosa de la vida de un estudiante”, como publicita la cita Sol Active Tours, agencia promotora del evento. Los participantes en el Saloufest son estudiantes de universidades inglesas, escocesas y galesas de entre 18 y 25 años. Llegarán en diferentes grupos: los primeros 4.500 participantes permanecerán en Salou hasta finales de esta semana. Del 12 al 18 de abril cogerán el relevo del festival otros 4.300 y finalmente otro grupo 700 jóvenes pasará sus vacaciones en la localidad entre el 21 y el 27 de abril.

La organización ha programado competiciones deportivas, fiestas en la discoteca Pachá además de la posibilidad de visitar Barcelona, acudir al parque de atracciones Port Aventura o realizar paseos en barco. Y todo ello, por 290 euros, que es lo que cuesta el paquete básico aunque el precio puede verse incrementado dependiendo del deporte escogido o el tipo de alojamiento. Doreen Straatman, gerente de Sol Active Tours, explica que la crisis no ha visto reducida la participación en esta edición número catorce del Saloufest: “Tenemos la misma cantidad de participantes que el año pasado”.

“Abrimos nueve hoteles que estarían cerrados”, arguyen los promotores de la fiesta

“El evento está muy consolidado”, cuenta Doreen Straatman, de Sol Active Tours, a la vez que destaca los beneficios para el sector del turismo que comporta el festival. “Abrimos nueve hoteles o apartamentos que seguramente estarían cerrados de no ser por el Saloufest”, indica. La organización, que publicita el Saloufest como una cita imprescindible en el historial de cualquier universitario británico, ofrece a los jóvenes la posibilidad de elegir entre 25 modalidades deportivas. Las más populares son el cheerleading, el lacrosseo el waterpolo, en el que este año se han inscrito 350 jóvenes, informa Sol Active Tours.

Pero si durante el día los universitarios practican deporte, cuando cae el sol se afanan en entregarse a otro de los alicientes, el principal para algunos, del Saloufest: congregarse en las piscinas y jardines de los hoteles con grandes vasos del alcohol para deambular después en manada por las calles y bares de Salou con vistosos disfraces en busca de juerga y más copas baratas. En ese momento centenares de chicos y chicas dejan atrás las vestimentas deportivas para disfrazarse, la mayoría con poca ropa, de superhéroes, enfermeras, conejitas Playboy, cheerleaders, vaqueros o vigilantes de playa. Año tras año, la madrugada deja estampas de jóvenes desorientados buscando su hotel, colas de universitarios en restaurantes de comida rápida, aceras con restos de orines y partes de disfraces perdidos, chicos poniendo en jaque el mobiliario urbano, colándose en piscinas ajenas o emprendiendo carreras por la calle en calzoncillos. “Contratamos personal para acompañar a los participantes, desde hace cuatro años el Saloufest es mediático, pero en otras fechas hay la misma cantidad de jóvenes y creo que los jóvenes, sean de donde sean, molestan tanto unos como otros si van a locales nocturnos. No creo que el cliente inglés moleste más que otro”, argumenta Straatman.

El Ayuntamiento de Salou siempre ha defendido que este festival no comporta incidencias destacables y que el turista joven y universitario representa un tanto por ciento muy reducido respecto a las familias que pasan sus vacaciones en la localidad y que suponen el 70% del turismo de Salou. Se calcula que el festival comporta ganancias de unos cinco millones de euros. La policía local trabaja junto a los Mossos d'Esquadra para hacer cumplir la ordenanza de civismo. Pero no todo es idílico: el año pasado un estudiante de 21 años participante en el Saloufest de madrugada se rompió la pelvis al caer desde el tercer piso de un bloque de apartamentos. El joven habría llegado ebrio y, al no disponer de las llaves de su estancia, decidió escalar.

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