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Las grúas vuelven al paisaje urbano de Barcelona

Crecen las casas iniciadas, acabadas y vendidas El sector está lejos de 2006, cuando se levantaban 16 pisos al día

Clara Blanchar
Grúas de una promoción inmobiliaria en el Guinardó.
Grúas de una promoción inmobiliaria en el Guinardó.Carles Ribas

Las grúas han vuelto a Barcelona. Tímidamente, la capital catalana asiste de nuevo a la construcción de obra nueva. Las licencias de obras de edificios de viviendas plurifamiliares aumentaron en 2012 (un 27%), a la vez que bajaron las prórrogas (un 25%). Eso significa que además de iniciarse construcciones se retoman algunas de las que llevaban tiempo paradas. Según los datos del Ayuntamiento de Barcelona, las viviendas acabadas protagonizaron el primer repunte desde 2008 (con la excepción de 2011) y el número de las casas iniciadas creció (hasta 697, de las cuales casi 200 estaban en el Poblenou), lo que supone un punto de inflexión tras tocar suelo en 2012 (con 493). Lejos queda, no obstante, el frenesí de 2006, cuando en la capital catalana comenzaron a construir 5.803 pisos, a un ritmo de 16 al día. Sin embargo, el dato que justifica todo lo anterior son las ventas, que en 2013 aumentaron el 7,7% respecto a 2012.

“Estamos volviendo a la normalidad”, valora el gerente adjunto de Urbanismo de Habitat Urbano del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Civit, que subraya que además de las licencias para obras de vivienda nueva han aumentado también las de otros usos como equipamientos, oficinas, hotelero o comercial. Mientras, el Ayuntamiento se ha empeñado, explica Civit, en “seguir el rastro” de obras que llevan ya muchos años paradas, como el esqueleto que hay delante del edificio Fòrum o el que se levanta en la confluencia de la Diagonal y Pere IV.

El presidente de la patronal de los promotores, APCE, Lluís Marsà, explica que la reactivación de la obra nueva responde a la existencia de una “demanda retenida” y que se está construyendo por varias vías. Hay promotores que tenían suelos parados a la espera de construir en cuanto tuvieran expectativas de ventas. Había promociones que estaban a medias y se han retomado. Empresas que han comprado a precio de ganga suelos de la banca o de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) —el banco malo— y han arrancado nuevos proyectos; o empresas que han recibido el encargo de alguna entidad para construir sobre un suelo de su propiedad.

Las empresas vuelven a construir con permutas de terrenos

A veces los propios bancos proyectan sus promociones. En cualquier caso, Marsà añade que, también tímidamente, la banca comienza a abrir de nuevo el grifo del crédito, tanto para los promotores como para los compradores. “Están más abiertos y receptivos ante la demanda solvente”, celebra. E indica que los precios “muy ajustados” comienzan a registrar “correcciones al alza”, una subida que confirman otras fuentes del sector.

Los datos de visados del Colegio de Arquitectos también reflejan el punto de inflexión en la obra nueva: la superficie visada de viviendas de obra nueva subió en 2013 el 23% en Barcelona respecto a 2012, hasta 137.000 metros cuadrados. En cambio, las cifras de visados del colegio de Aparejadores todavía no reflejan el repunte, pero el vicepresidente de la institución, Jordi Gosalves, explica que en los últimos dos meses hay un gran interés entre las promotoras para encontrar solares para levantar edificios de tamaño medio. Gosalves apunta que muchos de los suelos que ahora son protagonistas se desarrollan tras una permuta: un pacto entre el propietario y el constructor por el que el primero cede el suelo al segundo y este paga al final del proceso con un porcentaje de los pisos construidos.

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A falta de crédito, la fórmula de la permuta permite a los constructores iniciar proyectos sin tener que afrontar el gasto inicial del suelo y el propietario (en momentos como el actual y en Barcelona), se asegura la venta de los pisos en un par o tres de años. Antes de la burbuja de hace una década, el estándar de una permuta estaba informalmente fijado en el 20% (el propietario cedía el suelo y el constructor se lo pagaba con este porcentaje de los pisos acabados). En plena burbuja en Barcelona se llegaron a firmar permutas de hasta el 60% y ahora rondan el 40%, según fuentes del sector.

“Volvemos a la normalidad”, dice el gerente de Urbanismo del Ayuntamiento

Entre las empresas que están construyendo ahora mismo en Barcelona figuran Núñez y Navarro, la Llave de Oro, Vértix, Sacresa, Icyesa, Solvia (la filial inmobiliaria de Banco Sabadell) o Corp. Esta última empresa ha conseguido sacar tajada de la crisis y desde 2008 ha vendido 2.500 pisos nuevos en el área metropolitana. Los socios de la empresa son dos particulares: conocen el sector y como ajustar precios al milímetro y compran suelo a muy buen precio, lo cual les permite llegar a compradores de poder adquisitivo medio. Además, venden subrogando hipotecas y permiten a los clientes elegir la distribución de los pisos y los acabados.

“Cuando hay mucha gente llorando, hay otro que vende pañuelos”, ilustra sobre su actividad un empresario del sector. Corp no solo ha sobrevivido al desastre del ladrillo sino que ha crecido y se ha instalado en un gran local en la avenida de la Diagonal, tocando a Francesc Macià.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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