_
_
_
_
_
crítica | clásica
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Entre el teatro y la vida

El teatro de La Zarzuela ha tenido la feliz idea de combinar en el mismo programa I Pagliacci y la opereta Black el payaso

Cincuenta años separan los estrenos de la ópera I Pagliacci y la opereta Black el payaso. El teatro de La Zarzuela ha tenido la feliz idea de combinarlas en el mismo programa, no tanto por un criterio comparativo sino más bien complementario en la visión del mundo del circo, y en particular de los payasos, desde la perspectiva del teatro lírico. Al contemplar la comedia o la tragedia, vienen a la mente aquellas reflexiones de Jean Renoir en su película La carroza de orocon Anna Magnani de protagonista: “¿Dónde termina la vida y dónde empieza el teatro?”, se decía. En Leoncavallola escena final lleva a esa dualidad entre lo verdadero y lo representado, desde el punto de vista de unos espectadores en el escenario que empiezan a dudar sobre lo que es ficción y lo que es realidad. En Sorozábal,en un registro más irónico, se especula sobre que ni los payasos quieren ya ser reyes. La vida, el teatro, la lírica. No hay límites. Eso sí, se homenajea con convicción al mundo del circo por lo que es y lo que tiene de nostalgia de un tiempo pasado.

Donato Renzetti está espléndido al frente de la orquesta. Se nota que es un director con sentido de la tensión teatral y el equilibrio musical. La propuesta escénica de Ignacio García es convincente, tanto en las dos obras puestas en juego como en la mirada global. Hay sobriedad y elegancia, teatro y belleza escenográfica. En la opereta se lucen Juan Jesús Rodríguez y Emilio Gavira, pero también María José Moreno, Rubén Amoretti o Javier Galán. Todo está en su sitio y la obra supone para muchos un descubrimiento. En la ópera las pasiones están más a flor de piel. Jorge de León esta inmenso en la popular Vesti la giubba, María José Moreno saca a la luz su registro más dramático y Fabián Veloz convence desde la entrega. Con todo ello, la representación —de más de tres horas— mantiene el interés. Es uno de esos programas lírico-culturales totalmente recomendables

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_