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Caixabank venderá a Calabuig su parte en Aguas de Valencia

La Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio da el derecho de tanteo al socio mayoritario

Miquel Alberola

Aguas de Valencia seguirá siendo una compañía totalmente valenciana. La Corte de Arbitraje y Medición de la Cámara de Comercio de Valencia ha decidido que Fomento Urbano, que posee el 51% de Inversiones Financieras Agval, tiene el derecho de tanteo como socio mayoritario para adquirir el 49% restante, que pertenecían al Banco de Valencia (ahora propiedad de Caixabank). El laudo emitido, en un proceso que ha durado más de medio año, reconoce que se cumple el supuesto de que un tercero (Caixabank) se convirtió en el propietario de esas acciones sin el consentimiento del resto de los socios. Según explicaron anoche fuentes de la compañía, contra la decisión de la Corte de Arbitraje no cabe recurso y obliga a vender al propietario del Banco de Valencia.

La adquisición de la entidad financiera valenciana por parte de Caixabank a finales de 2012 disparó todas las alarmas en la sociedad Agval, ya que la entidad catalana compartía sociedad con Suez Environnement en Aguas de Barcelona, la principal competidora de la compañía valenciana, con la que, además, mantenía un viejo litigio en Aguas de Valencia por la representación en el consejo de administración.

La compañía de aguas representaba la parte más suculenta del pastel del Banco de Valencia, por lo que Caixabank, muy metida en el rentable negocio del agua, no pensaba renunciar a ella. Finalmente, Caixabank, debido a esta duplicidad y a instancias de la Comisión Nacional de la Competencia, tuvo que renunciar a tener representantes en el consejo de administración de Aguas de Valencia para mantenerlos en Aguas de Barcelona. La posibilidad de alcanzar un acuerdo entre Agval y la entidad financiera catalana para la adquisición del paquete accionarial se reveló imposible, pese a celebrarse dos contactos oficiales en los que no se acercaron posturas. Entonces, el presidente de Aguas de Valencia, Eugenio Calabuig, decidió ejercer el derecho de tanteo.

Aunque no ha trascendido el precio que Agval tendrá que pagar a Caixabank por las acciones según el laudo dictado por la Corte de Arbitraje, el propio Calabuig las valoró el pasado año entre 40 y 60 millones de euros. Según afirmó entonces, disponía de la financiación necesaria, aunque no llegó a desvelar si se trataba de recursos propios. La idea que maneja Calabuig respecto a la compañía, en la que Agval controla el 60,68% de las acciones frente al 33% de Suez, es “volver a los orígenes” y “dar entrada a algunos empresarios valencianos de un determinado perfil para recuperar la estabilidad accionarial”.

Aguas de Valencia recuperó la estabilidad en 2013 tras pasar “un año muy duro, terrible”, en palabras del presidente de la compañía, después de que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) interviniera el Banco de Valencia y se viera envuelta en varias tensiones judiciales. Sin embargo, en el plano económico sus resultados son notables. En 20012 obtuvo en 21,2 millones de euros de beneficio, lo que supuso un 15,4% de mejora respecto al ejercicio anterior.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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