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Barberá reclama agua de calidad y no de depuradora para L’Albufera

El plan del Júcar no aclara la procedencia de los recursos asignados al parque natural

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, en primer plano, junto a la concejal María Àngels Ramón-Llin, el presidente de Aguas de Valencia, Eugenio Calabuig, y el alcalde Paiporta, Vicente Ibor.
La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, en primer plano, junto a la concejal María Àngels Ramón-Llin, el presidente de Aguas de Valencia, Eugenio Calabuig, y el alcalde Paiporta, Vicente Ibor.MÒNICA TORRES

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha defendido hoy agua de calidad para el lago de L'Albufera, al que el nuevo plan hidrológico del Júcar -pendiente de que lo apruebe el consejo de ministros- asigna 167 hectómetros cúbicos anuales. Barberá ha admitido que el plan no aclara el origen de esos recursos, por lo que ha enfatizado que espera que sean de riego de las acequias del Júcar, "y no de depuradoras".

La alcaldesa ha intervenido esta mañana en la jornada Agua, energía y cambio climático: El reto de la eficiencia y la sostenibilidad, y ha sido preguntada por la declaración institucional que aprobaron todos los grupos en el último pleno municipal para exigir agua de calidad para el parque natural.

"Seguimos trabajando para conocer el origen del agua, que es el problema que tienen ahora los regantes para tener L'Albufera en condiciones", ha afirmado la alcaldesa, que considera que la cantidad de agua que está previsto que llegue al lago "es positiva" y que el problema está en cuál será su calidad.

En concreto, ha asegurado que buscan que "la mayoría sea de riego y no de depuradora por los elementos químicos que contienen y que pueden no ser beneficiosos para L'Albufera".

Agua de las pedanías

Preguntada por la polémica en torno al pozo de agua Benifaraig, que hasta ahora suministraba el agua a esta pedanía y las de Carpesa y Borbotó, Barberá ha remitido a la concejal del Ciclo Integral del Agua, María Àngels Ramón-Llin, que también ha participado en la jornada organizada por Aguas de Valencia.

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La concejal ha explicado que el agua de ese pozo "no es potable", que es una cooperativa "que no existe", según la Generalitat, y que "no tiene la concesión de la Confederación Hidrográfica del Júcar". Según Ramón-Llin, el Ayuntamiento "cumple la ley" y cometería un delito "si permitiera que una cooperativa que no existe y tiene retirada la concesión para suministrar agua potable, pudiera hacerlo".

"Si no hubiéramos retirado esa concesión, que se comunicó hace un año, estaríamos prevaricando", ha apostillado. Ha explicado que "solo un grupo de personas" está en contra del cambio pero que la mayoría de los vecinos de estas pedanías está dando sus datos para darse de alta en Emivasa, concesionaria de la gestión del agua en Valencia, "para estar en las mismas condiciones" que el resto de habitantes de la ciudad.

"El Ayuntamiento ha hecho lo que corresponde, tiene las escrituras de propiedad y negocia con los regantes para que puedan seguir regando", ha apuntado, a la par que ha afirmado que "el pozo no va a suministrar agua porque no está en condiciones de salubridad".

Ha asegurado desconocer si hoy se cortará el agua a los vecinos que todavía no se hayan dado de alta en Aguas de Valencia, pero ha apuntado que "a los vecinos que no pagan o se enganchan ilegalmente, se les corta el agua y éste es el caso".

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