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La polémica por la financiación bloquea el conflicto de la enseñanza concertada

Patronal y sindicatos ven complejo alcanzar un acuerdo antes de fin de curso

Javier Rivas
Profesores de la enseñanza concertada se manifiestan en Bilbao.
Profesores de la enseñanza concertada se manifiestan en Bilbao.Fernando Domingo-Aldama

Tras cinco huelgas en un semestre, resoluciones judiciales y recursos contra las mismas, enconamiento público y datos enfrentados entre sindicatos y patronal, el conflicto de la enseñanza concertada sigue enquistado desde que las negociaciones se rompiesen en julio pasado. Casi 12.000 docentes de unos 200 centros, la mayoría de ellos asociados a Kristau Eskola, caminan hacia un final de curso sin ver resuelta su situación, pese a que ambas partes se llaman mutuamente a la responsabilidad. Aun con la pugna abierta, en los últimos meses se han sucedido reuniones bilaterales para avanzar hacia un acuerdo que, en principio, seguirán en próximas fechas, por el momento sin resultados tangibles. Más de 100.000 alumnos en conjunto se ven afectados por la situación.

“Si volvemos de Semana Santa sin una decisión será difícil encontrar una salida antes de final de curso”, reconoce un dirigente sindical, quien, con todo, ve margen para una solución. “Queremos un acuerdo antes de final de curso, pero, tal y como está la situación por parte sindical, lo vemos difícil”, responden fuentes de Kristau Eskola, la patronal que agrupa a 137 colegios, la gran mayoría religiosos. Otros 50 están integrados en la Asociación Independiente de Centros de Enseñanza (AICE).

Desde que en 2010 Educación rebajó el dinero que da a la concertada tras el recorte salarial al profesorado público impuesto por el Gobierno central, los colegios han ido generando una deuda con sus docentes que crece a un ritmo de siete millones al año, según la patronal. Y es que los sindicatos han ganado en los tribunales que siguen teniendo vigencia las tablas salariales, superiores, del último convenio, de 2009.

Kristau Eskola recurrió ante el Tribunal Supremo la última sentencia en su contra, dictada por el Superior vasco en noviembre pasado. Y hasta que no haya sentencia firme los centros no acumulan nueva deuda a partir de la ruptura de las negociaciones en julio. Para la generada desde 2010 hasta entonces existe un acuerdo de pagos que se está cumpliendo.

“Pagaremos cuando recibamos financiación suficiente, que la tendremos”, aseguran responsables de Kristau Eskola.

Los sindicatos (ELA, CC OO, STEE-EILAS y UGT) mantienen que lo que impide un avance y retomar la mesa negociadora es que la patronal ligue los salarios de los docentes y la deuda a la financiación que recibe del Gobierno vasco. “Nunca ha sido así”, aseguran fuentes de CC OO. “Insisten en vincular la aplicación íntegra del convenio a la financiación pública y trasladar sobre los trabajadores la incertidumbre presente y futura sobre la misma”, se piensa en ELA.

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“Pagaremos cuando recibamos financiación suficiente, que la tendremos”, aseguran responsables de Kristau Eskola. La patronal, que mantiene una vía de diálogo abierta con el Ejecutivo, plantea que se realice un estudio sobre el umbral de financiación de los centros que sirva de base para un acuerdo político, ya que el cambio de los módulos de financiación, detallados en los presupuestos vascos de cada año, dependería de un acuerdo parlamentario.

“Habría que ver la voluntad política para un cambio de financiación. No estamos pidiendo los medios de la pública, sino lo que nuestro modelo de escuela necesita”, añaden. En 2012, según datos de la patronal, la red pública recibía del Gobierno 1.503 millones de euros, frente a 688 de la concertada. “Estamos esperanzados con que Educación y el PNV nos ayuden a salir de esta situación”, rematan dichas fuentes.

La consejera de Educación, Cristina Uriarte, ha mostrado públicamente su voluntad de plantear “un modelo de financiación más estable” para la red concertada, pero el diálogo, marcado por la crisis, sigue desarrollándose.

Los sindicatos se muestran dispuestos a flexibilizar el regreso al convenio y las fórmulas de pago de la deuda pendiente desde julio, sobre la que no hay acuerdo, pero siempre que se produzca íntegramente con las tablas salariales de 2009.

Kristau Eskola insiste en que corre riesgo la sostenibilidad de muchos centros. “Si volvemos a las tablas de 2009, el 85% de los centros no podrían contemplar amortizaciones ni inversiones en la estructura educativa o en innovación. Una escuela no es solo pagar sueldos”, enfatiza la patronal.

“Siguen sin respondernos cuando pedimos datos concretos de los centros. Creemos que son menos de los que dicen y eso les puede dejar sin argumentos”, replican las centrales.

La unidad de acción que mantenían las cinco centrales del sector se rompió después de que LAB firmase recientemente con la patronal Partaide un acuerdo sobre las ikastolas, sector en que la central abertzale es mayoritaria, acuerdo con “condiciones inferiores”, según otros sindicatos, pero que la patronal de la concertada ve como “acicate positivo”.

Los sindicatos se reunirán la próxima semana para analizar la situación y decidir si convocan nuevas movilizaciones.

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Sobre la firma

Javier Rivas
Forma parte del equipo de Opinión, tras ser Redactor Jefe de la Unidad de Edición y responsable de Cierre. Ha desarrollado toda su carrera profesional en EL PAÍS, donde ha trabajado en las secciones de Nacional y Mesa de Cierre y en las delegaciones de Andalucía y País Vasco.

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