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Mi bocadillo me sonríe

El diseñador David Laferriere lleva años decorando las bolsas de los 'sandwich' de sus hijos La Central de Diseño expone algunas de sus creaciones hasta el próximo 3 de abril

David Laferriere en la Central de Diseño
David Laferriere en la Central de Diseño Álvaro García

David Laferriere toma asiento y mira a su alrededor. A mano izquierda, bolsas de plástico transparente, de esas que se usan para guardar el sandwich antes de meterlo en la mochila. A mano derecha, rotuladores de colores. De la marca Sharpie, para ser más exactos. El hombre, de 55 años, levanta la vista a través de sus gafas tipo John Lennon y clava la mirada en el joven que tiene delante. “Un monstruo”, solicita el chico. David esboza una sonrisa y se pone manos a la obra. Un trazo, otro, con soltura, cambio de color. Hecho. En apenas un minuto y medio, el estadounidense convierte un insulso envase en una simpática criatura verde de tres ojos.

Este ejercicio, una eficaz demostración de arte espontáneo, no dista mucho de la rutina mañanera de David. Cada día, antes de abandonar su casa en Boston (Massachussets), el diseñador gráfico dedica un rato a decorar las bolsas del almuerzo de sus hijos: Evan, de 16 años, y Kenny, de 14. “Empecé en 2008, cuando aún eran pequeños. Quería sorprenderlos con algo divertido”, comenta entusiasmado. Desde entonces, el estadounidense ha elaborado más de 1.300 creaciones diferentes. Decenas de ellas pueden contemplarse hasta el próximo jueves 3 de abril en el Mercado Central de Diseño, en Matadero Madrid.

En un principio, David intentó pintar directamente sobre el pan de molde usando pintura comestible. Pero esta tardaba mucho en secarse, de modo que enseguida rechazó la idea. Una mañana reparó en un rotulador permanente que había sobre la encimera de la cocina. Eureka. ¿Su primer dibujo? Un sombrero charro. Muy propio, teniendo en cuenta que era 5 de mayo: ese día, en 1862, los mexicanos derrocaron a los franceses en la Batalla de Puebla. “Al principio solo usaba negro y rojo. Después compré más colores y poco a poco me me fui volviendo más creativo”, dice el ilustrador.

Uno de los diseños de David Laferriere
Uno de los diseños de David LaferriereÁlvaro García

Monstruos de todos los colores, laberintos, cohetes, animales realizando cualquier tipo de actividad cotidiana, caricaturas de sus hijos, muñecos de nieve, robots... Cualquier cosa es susceptible de aparecer en las bolsas del almuerzo de los hermanos Laferriere. “Dibujo lo primero que me viene a la cabeza por la mañana. Muchas veces tiene que ver con algo que hemos hecho o hablado el día anterior”. En otras ocasiones, la inspiración la busca en las estaciones del año, en el evento deportivo del momento o en sus mascotas. “Tenemos cuatro gallinas ponedoras en el jardín de casa, así que las gallinas tienen mucho protagonismo en mis ilustraciones”, comenta sin poder reprimir una risotada.

El entusiasmo por los divertidos envases ha calado tanto en el colegio de Evan y Kenny, que sus compañeros incluso opinan sobre lo que David debe y no debe pintar. “En Halloween me dio por hacer muchas calabazas. Un día llegaron mis hijos a casa y me espetaron: 'Papá, nuestros amigos quieren que dejes de dibujar calazabas”. Otra risotada.

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Pero, ¿cómo acaba un entretenimiento familiar yendo a parar a la Central de Diseño? Todo lo propició Flickr, una página web que permite almacenar y compartir fotografías y videos en línea. David empezó a colgar ahí sus dibujos como si fuera una especie de desván virtual. A las pocas semanas de crear la cuenta empezó a recibir comentarios positivos de personas de todo el mundo. En febrero de 2013, el estadounidense había recibido cerca de 600.000 visitas. Es decir, una media de 330 al día. “Lo último que pensé es que una actividad que compartía con mis hijos fuera a tener algún tipo de repercusión”.

Pero la cosa fue a más. Sus ilustraciones comenzaron a circular por páginas que nada tienen que ver con Flickr y el estadounidense empezó a ganar visitas por segundos. El colofón llegó en diciembre del año pasado, cuando la web Distractify publicó algunas de sus creaciones. En apenas dos semanas, el Flickr de David alcanzó las 18 millones de visitas; una media de 8.000 al día. El estadounidense se había convertido en lo que en la jerga informática se denomina un fenómeno viral. “Desde la sede de Yahoo en España [Flickr depende de esta empresa] nos interesó su historia. Es la primera vez que nos ponemos en contacto con un usuario para hacer algo con él”, comenta Miriam Sarralde, portavoz de la compañía.

En la Central de Diseño, David sigue con la demostración. De nuevo la misma rutina: un trazo, otro más, cambio de rotulador. De pronto se para y le lanza una pregunta a la joven que tiene delante.

— ¿Cuál es tu color favorito?

— El rojo.

En apenas un minuto y medio, otro simpático monstruito.

La fotografía de un bocado. Central de Diseño - Pº de la Chopera, 14. Domingo: 11:00 a 21:00. Martes a jueves: 16:00 a 21:00. Entrada libre.

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