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Un mes encerrados por la supervivencia

Un colegio de Alaquàs lucha contra el cierre de la única vía de entrada de alumnos

Participantes en el encierro, en el patio del colegio Ciutat de Cremona en Alaquàs.
Participantes en el encierro, en el patio del colegio Ciutat de Cremona en Alaquàs.JOSÉ JORDÁN

¿Es legal que un colegio tenga Educación Infantil sin ofertar enseñanza para niños de tres, cuatro y cinco años? Según el recurso de reposición que acaban de interponer las familias del colegio Ciutat de Cremona de Alaquàs ante la Consejería de Educación, no. Si la razón jurídica les asiste, podría venirse abajo además la resolución por la que el Consell suprime casi 150 unidades de Infantil el curso que viene.

Con el final de las Fallas, se cumple un mes desde que familias y profesorado del centro, que se estrenó en aulas prefabricadas hace ocho cursos, adoptaron esta medida de protesta contra el cierre anunciado por Educación de la única unidad escolar de tres años que les queda y que “priva al centro de la entrada natural de alumnos”, subrayan. Es decir, la única puerta abierta a este centro de 550 alumnos al que en cursos precedentes le suprimieron otras dos aulas de tres años.

Esa es la base del recurso que han interpuesto contra la decisión de Educación de cerrar el único acceso para niños que empiezan la escolarización en tres años. “La consejería ha adoptado una decisión sin precedentes, como es suprimir la única unidad de entrada del colegio”, afirma Ramón Aznar, abogado del despacho que asesora al AMPA del centro. “Hay un real decreto de mínimos, que dice que cualquier colegio que tenga segundo ciclo de Educación Infantil ha de tener un mínimo de tres unidades”.

En efecto, es lo que dice el artículo 6 del real decreto 132/2010 del Ministerio de Educación. Los abogados lo interpretan como “una exigencia de que el segundo ciclo de educación infantil cuente con, al menos, una unidad de cada uno de los tres cursos lo conforman”. Con el ajuste escolar previsto para 2014-15 el colegio de Alaquàs dejará de cumplir esos mínimos. Y como él, muchos colegios públicos valencianos.

Además, el AMPA tiene acreditados 35 alumnos cuyos padres y madres tienen voluntad de matricularlos en la unidad de tres años el próximo curso. “Que les dejen elegir”, reclama Javier Parrilla, presidente del AMPA. Por todo ello, mientras la mayoría de los colegios de Valencia y su área metropolitana están cerrados desde el viernes por las Fallas, la actividad en el Ciutat de Cremona no cesa. Se juegan la supervivencia.

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