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Economía busca un edificio de 20.000 metros para ubicar su nueva sede

La consejería tiene un plazo máximo de tres años para dejar su sede de la Rambla de Catalunya

Lluís Pellicer

El Gobierno catalán está preparando un concurso público para hallar un edificio de unos 20.000 metros cuadrados en el que se ubicarán todas las dependencias del Departamento de Economía y Conocimiento, hoy dispersas en una decena de inmuebles. La consejería tiene un plazo máximo de tres años para dejar su sede de la Rambla de Catalunya, que el pasado mes de diciembre vendió por 23,2 millones de euros al grupo italiano Angelini, el dueño de las pastillas Juanola. La Generalitat quiere aprovechar esa mudanza para agrupar todos los servicios del departamento, e incluso estudia añadir algunas dependencias de departamentos próximos, como el de Empresa y Empleo, según explica el director general de Patrimonio, Salvador Estapé.

El Ejecutivo catalán busca un edificio de alquiler, de unos 20.000 metros cuadrados, lo cual no es fácil de encontrar en Barcelona. Entre las ubicaciones que se barajan están el 22@ y la plaza de Cerdà, sin descartar la plaza de Europa de L’Hospitalet de Llobregat, aunque en todo caso se decidirá mediante un concurso público en cuyo pliego de cláusulas los técnicos ahora están trabajando “La idea es que se vaya dejando edificios en el centro de Barcelona para ir a nuevas áreas de centralidad con una morfología de edificios diferente: más grandes, funcionales y energéticamente más eficientes”, explica Estapé.

A ese edificio irán las secretarías, servicios y agencias dependientes del departamento que dirige Andreu Mas-Colell, que ahora están repartidos en diez edificios en la capital catalana. No obstamte, Estapé estudia buscar “compañeros de viaje” para Economía. “Habrá una clusterización, una agrupación funcional, concentrando departamentos con áreas o actividades comunes. De momento, la necesidad inmediata es Economía”, sostiene Estapé.

Salvador Estapé: “El fin de la Administración no es acumular patrimonio inmobiliario”

El director general de Patrimonio de la Generalitat, Salvador Estapé, empezó la semana pasada un road showpara promocionar entre los inversores internacionales los 13 inmuebles que ha puesto a la venta por 215,2 millones de euros. Tras acudir al salón inmobiliario Mipim de Cannes (Francia), Estapé se reunirá con inversores en Londres y Nueva York y probablemente acudirá al salón ExpoReal de Múnich.

Pregunta. ¿Se plantean trocear el paquete?

Respuesta. De momento no, pero eso es reversible. Ahora optamos por adjudicar un paquete de 13 edificios por 215 millones. Si no se adjudica, sabemos que se puede entrar un proceso de venta directa, pero si vamos edificio por edificio nos encontramos con que unos edificios son más complejos de vender que otros.

P. No logran vender la Casa Burés. ¿Cuál es el problema?

R. Es un edificio que requiere unas inversiones importantes. Todos los grupos interesados lo quieren para uso hotelero y dicen que el precio es un poco alto dados los costes que deben asumir.

P. ¿Se venden inmuebles solo para hacer caja o como filosofía?

R. Se combinan ambas cosas. Las necesidades obligan y el Gobierno ha decidido que los Presupuestos se cuadrarán por la vía del ingreso y no del gasto porque se ha llegado al límite recortando. Hay una necesidad a corto plazo para obtener ingresos para cuadrar el déficit y afrontar pagos. Ahora bien, llevamos una gestión de patrimonio más amplia, combinando la estrategia comercial con la de racionalización de espacios. El fin de la Administración no es acumular patrimonio inmobiliario, sino prestar servicios asistenciales, sanitarios y educativos.

P. ¿Pero el problema no era que el precio de los alquileres era demasiado elevado?

R. Se compró mucho con mucha deuda. No había una gestión para mejorar el rendimiento del patrimonio. Por ejemplo, había un edificio como el de la calle de Teulat vacío y se pagaban alquileres altos en otras partes.

P. Se cierran operaciones por debajo de lo que se pagó por los edificios. ¿Se compró caro?

R. Sí. Todo lo que se compró en 2006 y 2007, en el momento álgido, se adquirió muy caro porque el mercado se hundió.

P. ¿No ofrecen una rentabilidad demasiado elevada para el inversor?

R. Ahora ha bajado. En la operación de Axa Real Estate [el paquete] salió con una rentabilidad del 10% y se adjudicó al 9,45%. Ahora estamos situados entre el 6,5% y el 7%, que en segunda subasta sube al 7,5%. Son operaciones que han de ser atractivas. Hay que llegar a un punto de equilibrio, que sean atractivas para el inversor y no sean costosas para la Generalitat.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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