El delegado del Gobierno se queda solo defendiendo la carga policial
Feijóo evita respaldar la actuación de los antidisturbios ante las duras críticas de la oposición
En la sesión parlamentaria de control al Gobierno, toda la oposición exigió ayer responsabilidades al presidente Feijóo por los graves disturbios del martes en Santiago con cargas policiales y disparos de pelotas de goma por parte de la policía a los marineros que montaron barricadas en las calles aledañas al Parlamento. “¿De verdad cree que estaban 3.000 ciudadanos en las calles de Santiago para ser apaleados porque no tienen nada mejor que hacer?”, preguntó José Luis Méndez Romeu, portavoz socialista. “No son vándalos, sino trabajadores que defienden el pan de sus hijos”, insistió en su turno el portavoz del BNG en la Cámara, Francisco Jorquera. Yolanda Díaz, desde AGE, pronosticó que “el PP acabará deteniendo a todos los que no tienen trabajo”. Fuera del Parlamento, el líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, también lamentó los incidentes que atribuyó a “una política policial muy propia del PP, absolutamente intimidatoria”.
El presidente evitó respaldar la actuación de la policía, aunque argumentó que “el Parlamento es inviolable”. Quien sí hizo una defensa cerrada de la intervención de los antidisturbios fue el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, cuya dimisión viene reclamado desde ayer el BNG, entre otras razones, porque su diputada Montse Prado denunció una agresión de los policías. Juárez la acusó tanto a ella como a Jorquera de actuar con “prepotencia” ante los agentes, cuya conducta justificó.
“Por ser diputados se piensan que pueden hacer algo no previsto, no me parece ni democrático ni cívico”, señaló el delegado del Gobierno sobre la mediación de los parlamentarios para que no se detuviera a un manifestante. “Somos todos iguales en la calle, incluso los diputados”, insistió. Juárez dijo que nunca dará “órdenes” a las fuerzas de seguridad para que trate a unos ciudadanos —en referencia a los diputados— de forma diferente de otros. Explicó que “en una democracia los policías son los únicos legitimados para usar la fuerza para que la ley se imponga”. Y calificó como “proporcionada” la actuación de los antidisturbios.
