El exconsejero Martín Delgado niega que mediara a favor de la aerolínea Andalus

“Radicalmente no”. “Categóricamente, no”. Con estas dos expresiones, el exconsejero de Cultura de la Junta José María Martín Delgado ha negado ante el juez del caso Invercaria, que investiga las supuestas irregularidades en la empresa pública de capital riesgo, que utilizara su cargo para conseguir inversiones de la Administración andaluza o socios para el proyecto de la fracasada aerolínea Andalus. Martín Delgado, quien fue consejero entre 1994 y 1996 y presidente del consejo de administración de la línea aérea, también ha querido eludir cualquier tipo de responsabilidad asegurando que “no llevaba la gestión del día a día” de la compañía. En esta pieza separada del caso, el magistrado investiga las presuntas irregularidades en las inversiones de Invercaria y los préstamos participativos de 450.000 y 700.000 euros otorgados a Andalus en 2008 y 2009, respectivamente.

En su declaración, el imputado ha reiterado en varias ocasiones que, ni en las fases iniciales del proyecto ni posteriormente, “ha hecho uso, utilización o influencia alguna de su condición de exconsejero ante la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa ni ante ningún organismo o institución de la Junta para que influyeran en Invercaria” con el objeto de que invirtiera en Andalus, tampoco para “la captación de socios” para la aerolínea. Asimismo, ha negado haber mediado en las negociaciones para los dos préstamos participativos concedidos por la Junta. Sobre el segundo crédito, el de 700.000 euros, Martín Delgado ha recordado que se pidió “no para cubrir las necesidades financieras” de Andalus, “sino cubrir las necesidades de la implantación de la línea Almería-Sevilla”, que finalmente fue adjudicada a Air Nostrum. Según declaró en febrero el expresidente de Invercaria Tomás Pérez Sauquillo, ese dinero se utilizó para comprar un avión y contratar personal.

El acusado dice que Invercaria “se comportó más como prestamista”

A pesar de ser presidente del consejo de administración y socio de Andalus —Martín Delgado invirtió 137.000 euros—, el exconsejero ha afirmado ante el juez Juan Gutiérrez Casillas que “no llevaba la gestión del día a día” y que su labor se limitaba a “efectuar meras tareas representativas de protocolo”. Además ha indicado que “no participó en la elaboración” de los planes de negocios de Andalus “ni en la viabilidad de los proyectos, aunque a los que tuvo acceso los vio correctos”. Con estas palabras, el exconsejero responde a las críticas de la policía sobre su gestión al frente del consejo. El imputado también ha negado que hubiera cobrado por dichas labores y ha señalado que “nunca ha llegado a su conocimiento por parte de nadie [...] el que se hubiera producido algún desvío de alguna cuantía de ningún préstamo o inversión de Invercaria en Andalus”.

Sobre las razones del fracaso de la aerolínea —que cerró tras tres años de funcionamiento con un patrimonio neto negativo de 9,3 millones de euros—, Martín Delgado ha señalado que Invercaria “dejó de creer” en el proyecto, de ahí que declarara ante la policía que la empresa pública “se comportó más como prestamista que como socio” de Andalus pues, a su entender, “se precipitó en la ejecución del préstamo”, ha matizado ante el juez. Pero esta no fue su única apreciación. El exconsejero de Cultura ha desmentido en una decena de ocasiones sus propias declaraciones ante la policía, entre ellas, que su incorporación a Andalus fuese por la “posición” que había ocupado o los errores en la gestión de la línea aérea.

El exconsejero ha defendido que, inicialmente, consideró que Andalus era un “buen” proyecto y que era “viable, rentable y estratégico” para Andalucía, por lo que se incorporó a la compañía en 2008 como socio inversor y asesor jurídico con una aportación inicial de 60.000 euros. Cuando Aviación Civil otorgó las licencias, ha apuntado el exconsejero, lo consideró un “espaldarazo” y la “confirmación de la viabilidad del proyecto”. Martín Delgado ha defendido también la labor desarrollada por el entonces director de Andalus Fernando Guerrero Ros, imputado también en esta causa, y ha resaltado que sus planes de negocios eran “muy buenos”. “Se concedió una licencia por la autoridad aérea muy buena y difícil de conseguir”, ha señalado el imputado tras calificar la gestión de Guerrero Ros como “honorable”.