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Firestone se apaga

El cartel luminoso, instalado en 1956 en la confluencia de las calles de Alcalá y O’Donnell, será retirado este lunes por no cumplir la ordenanza del Ayuntamiento

Felipe Betim
El luminoso de Firestone, que será retirado este lunes del número tres de la calle de O'Donnell, en Madrid.
El luminoso de Firestone, que será retirado este lunes del número tres de la calle de O'Donnell, en Madrid. Samuel Sánchez

Una luz más que se apaga en Madrid. Ahora, en la confluencia de la calle de Alcalá y O’Donnell. Al pasar allí, frente al parque del Retiro y al lado de las antiguas Escuelas Aguirre, los ciudadanos —sobre todo los noctámbulos— echarán de menos el histórico letrero luminoso de Firestone, instalado en 1956, hace 58 años, en el número 3 de la calle de O’Donnell. Los operarios empezarán este lunes a retirar el cartel del fabricante de neumáticos desde las 9.00, ya que no cumple la ordenanza del Ayuntamiento de 2009 que regula la publicidad exterior, según confirmaron fuentes del edificio.

Los más de 200.000 luminosos que había en Madrid en 2006 —120.000 solo en el casco histórico— encontraron como principal enemigo el entonces alcalde Alberto Ruiz-Gallardón. Para la administración municipal, la capital sufría una saturación de los neones con anuncios de grandes empresas, comercios, cines, teatros y hasta de rótulos verdes de farmacias, lo que suponía una “contaminación descontrolada y un desperdicio de electricidad”. Para poner orden en casa, el equipo de Gallardón puso en marcha la Ordenanza Reguladora de Publicidad Exterior, aprobada finalmente en 2009.

Los anuncios en terrazas pueden tener hasta 70 metros cuadrados

La ordenanza define una serie de límites a los anuncios en las calles. Carteles instalados en la última planta de un edificio, como es el caso del luminoso de Firestone, no pueden tener más de 70 metros cuadrados; la distancia mínima desde el inmueble donde se instale el soporte a una vía de circulación rápida es de 20 metros.

En un primer momento se intentó prohibir cualquier tipo de iluminación, pero luego se estableció que, cuanto mayor el tamaño del anuncio, menor la candela (intensidad luminosa). Asimismo, la iluminación de los anuncios debe utilizar dispositivos de ahorro o fuentes de energía renovable, además de lámparas de bajo consumo. Y los focos que iluminen la publicidad tienen que estar orientados de forma descendente. Las multas por el incumpliendo de la ordenanza varían de 750 a 3.000 euros.

El Ayuntamiento de Madrid reconoció el valor de anuncios históricos y tres carteles en particular fueron indultados: el de Tío Pepe, sol de Andalucía embotellado, en la Puerta del Sol desde 1935; el de Schweppes, en la fachada circular de un hotel de la Gran Vía, en la altura de Callao, desde 1969; y el luminoso de BBVA, en el edificio de la Castellana desde 1978. Para seguir funcionando, tienen que renovar la licencia cada tres años. La empresa Bridgestone-Firestone intentó seguir por la misma vía para mantener intacto su neón, que está detrás de las Escuelas Aguirre desde 1956. Incluso se llegó a noticiar su indulto.

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El Ayuntamiento considera que los carteles luminosos contaminan la ciudad

Fuentes municipales especifican, sin embargo, que el cartel nunca fue indultado. El fabricante de neumáticos sí lo solicitó, en un primer momento, a la Comisión de Patrimonio —de la cual forman parte la Comunidad y el Consistorio—, alegando que el anuncio era histórico. Tras su denegación, la empresa acudió al área de Medio Ambiente del Consistorio, que les dio un plazo para aportar la documentación necesaria. Los papeles no fueron presentados y la empresa entró directamente en el contencioso. La sentencia salió el pasado enero y la justicia denegó la petición.

El Ayuntamiento asegura que, aun así, aconsejó a Bridgestone-Firestone que presentara un trámite de audiencia para mostrar sus argumentos y pedir, una vez más, el indulto.

Fuentes cercanas a la empresa coinciden con el Consistorio y explican que, tras su desestimación en 2010, interpusieron dos recursos judiciales: primero en el juzgado y luego en el Tribunal Superior de Justicia. Y se limitan a decir que, agotadas las vías administrativas y la contenciosa, no hay más recursos que interponer y que “la denegación es firme”.

La empresa intentó que el luminoso fuera indultado por ser histórico. Tanto el Consistorio como la justicia lo han denegado

Este periódico intentó sin éxito contactar con Bridgestone-Firestone. La empresa, en un comunicado divulgado por la Cadena Ser el pasado viernes, lamentó el desmontaje del cartel: “El rótulo es único, no existe otro igual en el mundo y cumplía con todas las normativas. Lo habíamos actualizado tanto en temas de seguridad como de mantenimiento, pero parece ser que no cumple con lo que el Ayuntamiento considera histórico”.

El desmontaje del luminoso está previsto para empezar desde esta mañana, pero no hay previsión para su término. La propia empresa se hará cargo de la retirada del cartel, que a partir de esta noche ya no brillará en Madrid.

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Sobre la firma

Felipe Betim
Nacido en Río de Janeiro, ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Escribe sobre política, temas sociales y derechos humanos entre otros asuntos. Es licenciado en Relaciones Internacionales por la PUC-Río y Máster de periodismo de EL PAÍS/Universidad Autónoma de Madrid.

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