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Català revoca una línea en valenciano en contra de la mayoría de los padres

Resuelve a favor de cuatro familias de Benimaclet que la reclaman en castellano

Protesta de padres de alumnos del colegio Pare Català de Valencia ante la Consejería de Educación.
Protesta de padres de alumnos del colegio Pare Català de Valencia ante la Consejería de Educación.JOSÉ JORDÁN

La tercera línea en valenciano que el 20 de mayo de 2013 autorizó la consejería de Educación para el colegio Pare Català, de Valencia, ha sido revocada por la Consejería de Educación nueve meses después, en respuesta al recurso de dos familias que la quieren en castellano y en contra de 71 familias que quieren valenciano. El centro inició el curso 2013-14 con toda su oferta, tres líneas, en la lengua de Ausiàs March, pero el 24 de febrero Educación comunicó al colegio la anulación y le ordenó mantener la línea en castellano que tenía con anterioridad al 20 de mayo de 2013. Las familias que recurrieron ante la Administración consideran que la modificación del proyecto lingüístico de castellano a valenciano no se ha hecho conforme a la normativa vigente. Al mismo tiempo, han presentado un contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV).

El secretario autonómico de Educación, Rafael Carbonell, ha resuelto que se debe volver a la línea en castellano, como el curso pasado, “en plazo no superior a un mes”. De ejecutarse la resolución, 21 familias pasarían a sus hijos a castellano a mitad de curso y contra su voluntad, por lo que consideran “vulnerados sus derechos”, aseguraba la portavoz, Arantxa Grau, a la puerta de la consejería de Educación, que dirige María José Català, junto a otros 14 progenitores que acudieron para protestar con carteles reivindicativos.

En total, son 71 las familias que han matriculado a sus hijos en primero de infantil este curso y quieren enseñanza en valenciano, según informó Escola Valenciana, que les asesora jurídicamente. Algunas, claramente castellanoparlantes, como el mexicano Carlos Soledad, que sostenía un cartel con la leyenda “mares i pares units pels drets dels nostres fills i filles”. O Javier González, cuya pareja es de Valladolid y sigue un curso en valenciano en el colegio. Fue una de las 12 familias que eligió castellano en primera opción, pero quieren “continuar en valenciano”, y así respondió a las llamadas recibidas de la Consejería de Educación para preguntar si estaban “seguros de la línea elegida”. Solo dos familias, al parecer, además de las firmantes del recurso, se han pronunciado a favor del castellano.

Representantes de la mayoría lingüística se reunieron ayer con Beatriz Gascó, la directora general que autorizó la línea valenciano en mayo, y Rafael Carbonell, que la anuló en febrero. Ambos se comprometieron a estudiar las propuestas que le presenten para garantizar que todos los alumnos puedan estudiar en la lengua de su preferencia. Por la tarde, las 71 familias se reunieron en una asamblea a la que asistieron las dos que ganaron el recurso de alzada, a las que comunicaron las propuestas que presentarán a la consejería, como una cuarta línea en castellano o un segundo maestro en castellano en la línea actual. Al mismo tiempo, las 71 familias pedirán ante el Tribunal Superior de Justicia la suspensión cautelar de la decisión de la consejería de revertir la línea en valenciano a castellano.

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