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El dueño de Gallostra deberá pagar a la plantilla tras fingir haber dejado la gestión

El empresario deberá abonar con su patrimonio 1,5 millones de euros a 56 empleados Un juez condena al empresario pese a que desde 2005 no constaba como administrador

Dani Cordero

Se borró como administrador de su empresa, pese a que la seguía controlando, incluida la "doble contabilidad, las ventas no oficiales y el cobro de recibos". Ahora el empresario Francisco Javier Gallostra Pedemonte tendrá que indemnizar con su propio patrimonio a 56 de los 120 trabajadores que se vieron en la calle en 2013 tras un agónico cierre de la compañía textil Gallostra, de Pineda de Mar, y que estaban a la espera de cobrar las indemnizaciones de despido y los salarios atrasados tras un concurso de acreedores cerrado con la liquidación. En total, el empresario deberá pagar 1,5 millones de euros, de los que el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) no tendrá que asumir nada.

El Juzgado de lo Social número 1 de Mataró da la razón a los trabajadores que decidieron denunciar a empresa y empresario y considera probado que Gallostra Pedemonte "ha ejercido de forma personal y directa la actividad mercantil escondiéndose de forma fraudulenta tras la pantalla de la personalidad jurídica de la empresa con la finalidad de buscar su propio provecho personal y eludir responsabilidades".

Los trabajadores desconfiaban del proceso que liquidó la compañía por dos cuestiones. Por un lado, por el movimiento patrimonial en el que se vio inmerso Gallostra, que en 2007 trasladó a Litexco Investments (sociedad basada en Luxemburgo y accionista de Gallostra, con un 27% del capital) las naves donde se desarrollaba la actividad de la compañía, que pasó a ocuparlas en régimen de alquiler. Asimismo, Gallostra avaló un crédito de cinco millones de euros suscrito por esa misma sociedad, cuya propiedad consta a nombre de un yerno suyo, explicó ayer el letrado Genís Pérez, del Col·lectiu Ronda, que representa a los trabajadores. Esa parte ha sido desestimada al considerar que no existen pruebas suficientes que lo prueben.

Pero el principal objetivo de la plantilla radicaba en lograr que el juez considerara al empresario textil responsable solidario de la liquidación de la sociedad para obligarlo a pagar las indemnizaciones, como así ha acabado pasando. En su sentencia, el afirma que "es el señor Gallostra el que ha sido el administrador de hecho de la compañía, de forma ininterrumpida llevando personalmente la administración y gestión de la empresa día a día y adoptando personalmente todas las decisiones respecto de la misma". Y también subraya que sus decisiones las tomó "sin estar supeditado a instrucciones u órdenes de ningún tercero, y estas funciones las ha venido ejercitando de forma permanente y continua a lo largo del tiempo". Así, considera demostrado que Gallostra continuó gestionando la sociedad pese a que a partir de 2005 figuraba como administrador Pedro Ros (también vinculado a Litexco) y a partir de 2008 una sociedad denominada Divero Blue.

Pérez explicó que ahora el trabajo será aflorar el patrimonio del que dispone Gallostra, a quien hasta ahora solo se le ha encontrado un trastero. Una segunda residencia que ocupa, según el letrado, está a nombre de Litexco.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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