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Invercaria otorgó 700.000 euros con un informe hecho por la firma beneficiada

El texto que justificó la subvención a Andalus se elaboró en tres días y medio

La empresa pública andaluza Invercaria otorgó una ayuda de 700.000 euros a la línea aérea Andalus con un informe elaborado en tres días y medio y basado solo en la documentación y datos entregados por empresa, sin auditar. Así se recoge en la declaración prestada ayer ante el juez del caso por Manuel Jesús Rodríguez, director de Análisis e inversión de Invercaria y encargado de elaborar estudios sobre la viabilidad económica de un proyecto.

El imputado informó en dos ocasiones sobre Andalus, primero para una inversión de 450.000 euros en 2008 y luego para una ayuda de 700.000 euros en 2009, aunque este segundo informe lo hizo en solo tres días y medio porque debía aprobarse en la última sesión antes del verano.

Por tanto, Invercaria hizo una Propuesta de Inversión que carecía de los análisis habituales en estos casos, recogía solo la información proporcionada por Andalus y el análisis de la situación económica, financiera y patrimonial se basaba en datos hasta el 30 de junio de 2009 que aún no habían sido auditados.

El resto de la información era "la facilitada por la compañía, descripción de rutas y proyecciones financieras, en las que el departamento del imputado no intervino dado el breve plazo de tiempo que le habían dado", según el texto de su declaración, a la que ha tenido acceso Efe.

Rodríguez precisó que una primera petición de ayudas, elaborada en abril de 2008, contemplaba unas necesidades financieras de 12 millones de euros porque incluía rutas transoceánicas y nacionales, modelos de avión y un dimensionamiento de estructura de la compañía que "nada tenía que ver con el plan de negocios" que Caja Granada había acordado financiar en esa primera ronda.

Dicho plan de negocios "se redimensionó, se reestructuró y se dividió en fases y así la cifra bajo sensiblemente, se eliminaron las rutas transoceánicas y se eliminaron los modelos de aeronaves muy costosos", según Rodríguez.

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Andalus operó poco más de un año, solo llegó a tener rutas entre Almería, Madrid y Barcelona y no consiguió la adjudicación de la línea Sevilla-Almería, según han informado otros imputados en esta rama del caso que investiga las inversiones de Invercaria en una veintena de empresas.

Finalmente se llegó a "un modelo de compañía de vuelos regionales de menor recorrido" con una cifra de arranque de 1.600.000 euros.

Por oposición a la segunda ayuda de 700.000 euros, en la primera "sí que se hizo un análisis técnico en profundidad, con proyecciones financieras elaboradas conjuntamente por los técnicos de Caja Granada", según el imputado, quien precisó que "lo habitual era operar como se hizo en la primera ronda".

En el caso de los 700.000 euros, Rodríguez declaró que no recuerda "otro supuesto parecido en el que se hubiera de realizar en el departamento del imputado un informe con tanta premura".

Precisó que los fondos propios de la sociedad a fecha 30 de junio de 2009 eran negativos por un importe de 1.783.471 euros, una "situación financiera delicada" aunque "no de pre cierre".

En septiembre de 2009 el director de Andalus, Fernando Guerrero Ros, pidió una nueva ronda de financiación y se reunió con el presidente de Invercaria, al que expuso que no se había cumplido las previsiones de ventas en ese verano.

A preguntas del fiscal, el imputado reconoció que la ayuda de 2008 se firmó antes de ser tratada en el Consejo de Administración correspondiente.

Pese a los datos negativos, Rodríguez manifestó al juez que "de ahí a considerar inviable a esa fecha la aerolínea media una distancia" pues en sus primeros seis meses la facturación fue creciendo y de hecho hasta junio de 2009 había facturado 2,9 millones de euros y al cierre fue de 8 millones, algo "por debajo de las previsiones pero creciendo".

Al igual que otros imputados en esta rama del caso Invercaria, Rodríguez atribuyó el cierre de Andalus a que fallaron sus posibles clientes, en este caso un operador turístico alemán que iba a suponer el 70 por ciento de su ocupación por chárter pero luego incumplió su contrato. La empresa pública andaluza Invercaria otorgó una ayuda de 700.000 euros a la línea aérea Andalus con un informe elaborado en tres días y medio y basado solo en la documentación y datos entregados por empresa, sin auditar.

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