Erkoreka: el Gobierno vasco “coadyuva” para lograr el desarme de la banda

Ante los rumores de un posible desarme de ETA durante la visita de la comisión internacional de verificación liderada por Ram Manikkalingam, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, ha confirmado este martes tras el Consejo de Gobierno semanal que el Ejecutivo autonómico está “coadyuvando en la medida de sus posibilidades a que el desarme tenga lugar”. Erkoreka ha rechazado dar más detalles sobre cómo están haciendo esas tareas de facilitar este nuevo paso de la banda terrorista apelando a la “lealtad” hacia “todos los interlocutores que trabajan en esta cuestión”, interlocutores que son tanto el Gobierno central, como los partidos políticos vascos y la comisión internacional de verificadores, ha enumerado.

El Gobierno espera que la banda materialice un desarme “unilateral y de manera incondicional” y que la banda reconozca el año causado “públicamente”. La hoja de ruta del lehendakari establece la necesidad de que este paso sea “ordenado, completo y verificable”. Para lograrlo, Erkoreka ha confirmado que el lehendakari se reunirá con la comisión de verificadores en su próxima visita al País Vasco y ha recordado que Iñigo Urkullu tiene relación con estos agentes internacionales desde antes de asumir el cargo, algo que sigue ocurriendo y que “seguirá así” en el futuro.

Ante la posibilidad de un anuncio de la banda sobre el desarme, alentados por la propia ETA en su último comunicado, y la forma en que este proceso se materialice, Erkoreka ha señalado que la “operativa y las fechas” son “cuestiones de segundo orden” y que lo principal es que se dé el paso. Sin embargo, sí ha reconocido que si el Gobierno central se implicase en él sería un “proceso más efectivo y se atará mejor el fin de ETA”. Ante procesos de otros grupos terroristas como el IRA, el portavoz ha señalado que sería “un error mirarse en procesos ajenos”, porque “la solución vasca tiene que venir desde Euskadi, con actores vascos”, pese a que los otros pueden ser una referencia.

El Gobierno quiere que el desarme sea “ordenado, completo y verificable”