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música

Vinos en re (o en fa) mayor

Con el nombre de ‘Noches de vino y música’, los Teatros del Canal inauguran un ciclo de maridaje que combina catas con la interpretación en vivo de obras seleccionadas

El Cuarteto Diapente, durante la primera sesión.
El Cuarteto Diapente, durante la primera sesión.sergio gonzález valero

¿Una cata de vinos con música en vivo de acompañamiento? ¿Un concierto con una selección de vinos para ilustrar las diferentes obras musicales? Los Teatros del Canal acaban de inaugurar un ciclo de seis Noches de vino y música, en las que el maridaje sonoro cobra un protagonismo determinante. En la primera cata los vinos elegidos eran de campanillas. En primer lugar un eis wein, o vino de hielo, Gramona del Penedés, para el que se puso en correspondencia un movimiento del Cuarteto modal, de 1957, de la compositora asturiana instalada en Mexico María Teresa Prieto, interpretado por el Cuarteto Diapente.

Los comentarios de introducción enológico-musical a cada uno de los diálogos fueron llevados con conocimiento y amenidad por Mayte Santa Cecilia, sumiller de las Bodegas del mismo nombre y responsable de la selección, y por el compositor y director de orquesta José Ramón Encinar.

Después vendría un Rioja Alta 904, de la excelente añada de 2001, para el que se recurrió al andante del cuarteto nº 8 en fa mayor, de Mozart. El tercer movimiento de esta particular sinfonía sonora tuvo como invitado de lujo a Pesquera Reserva especial de 2003. Se rindió homenaje al enólogo Alejandro Fernández y se ilustró con el allegretto del cuarteto nº 4 en re mayor, de Shostakovich. Para terminar la fiesta saltó a escena el Priorato Terrasses de 2011, hermano menor de La Ermita, recalcándose el equilibrio entre “naturaleza, territorio e historia”, recordando las palabras del enólogo Álvaro Palacios, artífice de este vino e investigador infatigable en la búsqueda de una sintonía entre “espacio y tiempo” aplicada a la creación vinícola. No se recurrió para la ocasión a la música de Wagner en Parsifal (por lo de la referencia al espacio y tiempo), sino a Dvorák, a través de un par de piezas de Los cipreses.

Próximos maridajes sonoros

  • Tras la primera sesión de esta semana, las Noches de vino y música se repetirán con nuevas combinaciones para estimular los sentidos.
  • La próxima cita es el 4 de marzo. La música corre a cargo del Dúo Klimt. En la selección de vinos figuran caldos de las bodegas Chivite, Matarromera, Torremuga y Numanthia. Precio: 60 euros.
  • El calendario prosigue con el 8 y 29 de abril, el 27 de mayo y el 17 de junio.
  • Más información sobre la iniciativa en ww.teatroscanal.com/actividad/catas-vino-musica/

La ceremonia de iniciación, llamémosla así, tuvo lugar en la Sala Negra, un lugar de ensayos que hizo honor a su cometido básico. El público asistente siguió en estado casi religioso el juego de complicidades e interrelaciones. Albert Boadella, que ya había presentado a los medios de comunicación esta experiencia poco antes, sonreía satisfecho por la aventura. No era para menos. Los vinos eran magníficos y las músicas no se quedaban a la zaga. Podían haberse realizado otras correspondencias, qué duda cabe, pero la velada funcionó por su carácter sensorial y lúdico. Los maestros de ceremonias centraron con acierto las claves del experimento y el cuarteto respondió con calidad (No bebieron ni una gota, todo hay que decirlo). Se pretende que el ciclo culmine en junio con vinos de la Comunidad de Madrid exclusivamente, y también que participe en uno de los conciertos alguien ligado a la danza. De momento la segunda cata, para violonchelo y acordeón, tiene un reparto de vinos de campeonato: un Chivite blanco, un Matarromera reserva, un Torremuga y un Numanthia. La cita, tomen nota, en marzo.

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