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el congreso del PP vasco

Quiroga y Oyarzábal buscan acercar posturas para rebajar el enfrentamiento

“Álava tiene que tener un peso muy relevante en la próxima ejecutiva”, se incide en el entorno de la presidenta

Javier Rivas
Desde la izquierda, los populares Borja Sémper, Nerea Llanos (delante, de pie), Iñaki Oyarzábal y Arantza Quiroga, en el pleno del Parlamento.
Desde la izquierda, los populares Borja Sémper, Nerea Llanos (delante, de pie), Iñaki Oyarzábal y Arantza Quiroga, en el pleno del Parlamento.l. rico

El pleno del Parlamento ofrecía ayer, además de debate, el morbo informativo de ver de nuevo públicamente juntos a la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, y su número dos, Iñaki Oyarzábal, en plena pelea interna por la intención de aquella de sondear el relevo del secretario general.

Ambos se prodigaron ante las cámaras y los periodistas en gestos públicos de cercanía, pero además aprovecharon para reunirse en privado buena parte de la mañana, según fuentes populares. La cita sirvió para que una y otro acercasen posiciones sobre la necesidad de rebajar la tensión interna, evitar que la imagen de enfrentamiento abierto se instale públicamente y la importancia de ahormar un consenso sobre la futura ejecutiva y el modelo de partido que debe salir del congreso extraordinario de marzo, agregan dichas fuentes. “Tenemos que procurar resolver esto bien”, resumía un dirigente del partido al tanto de lo tratado. Eso sí, Quiroga no entró en el papel concreto que debe jugar Oyarzábal ni en su futuro.

La presidenta desea relevar a su segundo dentro de sus planes de contar con una dirección que sirva de revulsivo para el trabajo del conjunto del partido, pero es consciente del pulso que ello le supone, especialmente con el presidente del PP alavés y portavoz en el Congreso, Alfonso Alonso.

De ahí que no esté por completo descartado que Oyarzábal se mantenga finalmente en su puesto y que aún no exista ninguna propuesta concreta de nombres de la responsable del partido.

Quiroga quiere evitar que su intención de prescindir de Oyarzábal, alavés, sea vista como un ataque al PP del único territorio donde el partido gobierna en instituciones y donde mejor rentabiliza sus votos y moviliza más a sus bases y simpatizantes. “Álava tiene que tener un peso muy relevante en la próxima ejecutiva”, se incide en el entorno de la presidenta, sin descartar la opción de la secretaría general.

Pese al acercamiento, el pulso por el poder sigue de puertas para adentro. “Todo sigue igual”, indicaba ayer un parlamentario, desde que Quiroga tantease el pasado lunes con los tres presidentes provinciales la idoneidad o no de que Oyarzábal siga en el cargo.

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Mientras Génova evita comprometerse en público en un sentido u otro, el vicesecretario de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, terció ayer en el debate en una entrevista radiofónica reduciendo la pugna a un equilibrio territorial, el debate que precisamente insisten en evitar como hegemónico los dirigentes vascos. Para González Pons, las dudas sobre si Oyarzábal repetirá se deben solo a que hay que decidir si, con una presidenta de Guipúzcoa, el secretario general debe ser de Bizkaia, “donde hay más población”, o de Álava, “donde hay más partido” y la provincia del número dos.

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Sobre la firma

Javier Rivas
Forma parte del equipo de Opinión, tras ser Redactor Jefe de la Unidad de Edición y responsable de Cierre. Ha desarrollado toda su carrera profesional en EL PAÍS, donde ha trabajado en las secciones de Nacional y Mesa de Cierre y en las delegaciones de Andalucía y País Vasco.

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