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El cura de Riells del Montseny, ratificado en el servicio

El Obispado ha cerrado el expediente en el que se le acusaba de mantener relaciones sexuales con el homicida que mató a su “ahijado”

El sacerdote de Riells del Montseny, Jaume Reixach, a quien el Obispado abrió un expediente informativo después que un “ahijado” suyo le acusara de mantener relaciones sexuales con él a cambio de dinero y drogas, “seguirá ejerciendo su servicio hasta su jubilación canónica”. Así lo ha afirmado hoy el Obispo, Francesc Pardo, en un comunicado colgado en la web del Obispado de Girona.

Después de casi dos meses desde que se abrió el expediente, el Obispado ha decidido cerrarlo al tiempo que ha ratificado en su función sacerdotal tras entrevistarse con él y hacer “las consultas oportunas”. Así, ha determinado que no había mantenido ninguna de las actitudes “reprobables” de las que se le había acusado.

Los hechos que apartaron a Reixach del servicio sacerdotal se remontan al pasado día 5 de diciembre. Ese día, Eulogio Lumalang, un hombre de 44 años y origen filipino que había llegado a Blanes 18 años atrás ayudado por el párroco, mató a cuchilladas en el piso del cura a Oducleidson Moraes do Nascimiento, Kekeo, un joven brasileño de 22 años que hacía cuatro que vivía con el párroco como su “ahijado”. Reixach, que fue quien abrió la puerta al agresor, no presenció el crimen porque bajó a la calle a buscar ayuda.

El cura aceptó el consejo de mantenerse apartado de oficiar misa mientras el expediente se mantuviera abierto

El homicida explicó ante el juez que había conocido a Reixach, que actualmente tiene 74 años, en un bar de ambiente en Filipinas y que le había ayudado a venir a Blanes, donde reside. Aseguró que durante casi 20 años había mantenido relaciones sexuales con él a cambio de dinero y drogas. Aunque mantuvo que no lo había visto personalmente, declaró que sospechaba que también mantenía relaciones sexuales con la víctima, a quien el párroco habría conocido con 16 años en Salvador de Bahía y a los 18 lo habría ayudado a llegar a Blanes, donde compartían piso desde entonces.

En el comunicado el Obispo agradece la actitud de Jaume Reixach, que, a pesar de no estar apartado desde que se abriera el expediente, no acudió desde entonces a la Abadía a oficiar misa, como se le aconsejó. Francesc Pardo también pide a todos los fieles que “continúen rezando por las personas que sufren por los hechos ocurridos”.

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