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Planes para la semana

La muestra 'Picasso. Memoria grabada', en Granada; las fotografías de Colita, en Málaga, y un recital de Dulce Pontes, en Sevilla.

Una de las obras gráficas de Picasso que pueden verse en Granada.
Una de las obras gráficas de Picasso que pueden verse en Granada.

GRANADA

El Picasso más gráfico

La muestra Picasso. Memoria grabada, que puede contemplar hasta el 20 de abril en el museo CajaGranada, presenta por primera vez Andalucía obras de una colección privada a través de las cuales puede hacerse un recorrido por la larga trayectoria artística y por los grandes momentos históricos del siglo pasado. La exposición reúne más de un centenar de obras entre aguafuertes, litografías y serigrafías y es la primera de las grandes muestras de la entidad granadina en 2014.

La colección privada de variada temática es un repaso a la vida del Picasso grabador, quien prestó especial atención a esta técnica y a la ilustración. La comisaria de la muestra, María Oropesa, destaca entre las series más importantes de esta exposición los 13 grabados sobre el Conde Orgaz, con los que CajaGranada se suma a la celebración del IV centenario del nacimiento del Greco, uno de los inspiradores de Picasso; y la serie que hizo de Niza, en 1946 y 1947, con los faunos y la mujer como motivos principales.

Picasso se dedicó apasionadamente al grabado durante toda su vida. Comenzó a los 18 años con  El picador y siguió trabajando con el grabado hasta el final de sus días, con la serie Los 347. La muestra es un ejemplo de su capacidad creativa y permite al público conocer en profundidad una de las facetas más significativas del artista.

Creó más de dos mil obras, por lo que se convirtió en uno de los principales representantes de esta técnica, a la altura de maestros como Alberto Durero, Rembrandt o Goya. Las obras han sido cedidas por una coleccionista privada para esta exposición.

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El artista malagueño tuvo contacto con esta técnica desde sus comienzos con 18 años, pero fue cinco años más tarde cuando realmente se marcó su inicio como grabador en el estudio de la calle Ravignan. Allí el pintor Ricard Canals introdujo a Picasso en la técnica del aguafuerte. A partir de ahí empezó a explorar técnicas de estampación y ya nunca dejó de experimentar en las posibilidades que le ofrecía el grabado.

En 1913 editó Saltimbanquis, una serie que comprendía obras de los periodos azul y rosa que Picasso había realizado entre 1904 y 1906. A partir de los años veinte domina la técnica con más profundidad y en los treinta cumple con varios encargos de ilustraciones sobre obras clásicas de literatura.

Parte de ello y también de una de sus obras cumbres, La suite Vollard, que el artista realizó entre 1930 y 1937, se puede ver en la muestra. Picasso no dejó a partir de ahí de compaginar su faceta de pintor y escultor con la de grabador. Durante los años cuarenta y cincuenta realiza las ilustraciones de Buffon (1942) y La tauromaquia (1959).

En 1968 el artista concibió 347 grabados en menos de 200 días. Según algunas fuentes, fue capaz de grabar hasta siete láminas de cobre en un día. Es entonces cuando se crea su última ilustración literaria: La Celestina.— VALME CORTÉS

La fotógrafa Colinta.
La fotógrafa Colinta.

MÁLAGA

Amistades inmortalizadas

“Éramos un grupo de gente que nos gustábamos, que nos llevábamos bien, que pasábamos los veranos juntos. Se daba por sentado que éramos inteligentes, brillantes, divertidos y sexies. Estábamos encantados de habernos conocido”. Así definía la fotógrafa catalana Colita (Barcelona, 1940) a aquel grupo de jóvenes escritores, arquitectos, cineastas, editores y actores a quienes se llamó gauche divine (izquierda divina) y que surgió en la Barcelona de los años sesenta. Un movimiento de intelectuales y artistas de izquierda pertenecientes en su mayoría a la burguesía catalana compuesto, entre otros, por Carlos Barral, Beatriz de Moura, Juan Marsé, Jaime Gil de Biedma, Terenci Moix, Óscar Tusquets, Rosa Regàs, José Agustín Goytisolo, Ricardo Bofill y Jaime Salinas. No tenían muchos rasgos comunes, pero eran indistintamente antifranquistas, transgresores, noctámbulos y algo frívolos.

Las fiestas, los viajes, los lugares de reunión y las musas de la gauche divine tuvieron como testigos de excepción a tres fotógrafos: Colita, Xavier Miserachs y Oriol Maspons. Con sus cámaras, los tres artistas fueron elaborando un detallado álbum de este peculiar colectivo de vocación transgresora que frecuentaba restaurantes baratos de Barcelona, se juntaban en verano en la Playa de Aro, en Cadaqués, y se bebían la noche en la discoteca Bocaccio de la capital catalana, su auténtico epicentro.

Para revivir las andanzas de este peculiar grupo de amigos basta con acercarse al Centro Cultural Provincial de Málaga, donde hasta el próximo 9 de marzo se exhiben una treintena de fotografías de los componentes de la gauche divine. Retratos de una amistad es el título de esta exposición fotográfica que firma Colita, donde se plasman vivencias de Gil de Biedma con diferentes escritores como Ana María Matute, Ana Moix, Carlos Barral, Juan Marsé, entre otros, desde 1962 a 1981.

Que el poeta catalán, fallecido en 1990, sea el hilo conductor de la muestra obedece a la estrecha amistad que mantenía con Colita, quien lo define así: “Al conocerlo, pensé: ‘Ay, yo te necesito en mi vida, yo quiero verte, todo el rato’. Era una de las personas más increíbles que he conocido. No solo era guapísimo, sino que era muy inteligente u muy culto, aunque nunca te lo restregaba por las narices”.— SERGIO MELLADO

Dulce Pontes.
Dulce Pontes.samuel sánchez

SEVILLA

Los puertos de Dulce Pontes

“Un espacio mágico donde se encuentran todas las almas, que es la razón de mi existir”. Con estas palabras, Dulce Pontes define el que será su próximo trabajo Puertos de abrigo. Pero no habrá que esperar a que este doble CD y DVD —con 23 temas íntegramente en castellano— vea la luz para disfrutar de sus nuevas canciones. La artista actúa el día 4 en el Teatro Lope de Vega de Sevilla (20.30) y en su repertorio se incluyen algunos de estos nuevos temas.

Pontes interpretará en Sevilla temas como Vamos Nina, de Astor Piazzolla y Horacio Ferrer; Alfonsina y el mar, de Ariel Ramírez y Félix Luna; Solo le pido a Dios, de León Gieco; o La bohemia, de Charles Aznavour y Jacques Plante. Además, ofrecerá nuevos temas del folclore y del fado, algunos con arreglos más modernos. Pontes también sorprenderá al público con canciones como Meu amor em Aranjuez, con música del adagio del maestro Joaquín Rodrigo y letra de la propia cantante; y No te vayas, con música de Dulce Pontes y letra de Maxi de la Peña.

SEVILLA

Con Carmen Amaya en el recuerdo

La Academia de las Artes y Ciencias del Flamenco rinde homenaje a Carmen Amaya. Y lo hace de la mano de las bailaoras Pastora Galván, Karime Amaya —sobrina nieta de la homenajeada— y Gema Moneo. Un elenco que completará como artista invitada la cantaorra La Tana. El espectáculo se celebra el día 3 en el Teatro Lope de Vega de Sevilla (20.30).

Con Carmen Amaya en la memoria persigue, según los organizadores, acercar y dar a conocer a una artista “excepcional y avanzada a su tiempo”. “La semblanza de una gitana no se puede hacer sin mirar su historia. Por ello, se recreará en escena los romances originarios con la toná, la debla y el martinete, cantes considerados gitanos desde Demófilo”, afirma la academia. “La desatada técnica natural de Carmen, inaprensible desde cualquier método académico, la llevó a los grandes teatros que frecuentaban los artistas más importantes de su época: Pastora Imperio, Pilar López o Vicente Escudero”, recuerda. El precio de la entrada oscila entre los 10 y los 30 euros.

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