Tu ciudad te necesita

“Aquí casi todo puede pasar. Sin el ‘casi’, sería una utopía”. Esta es la carta de presentación de Campo de la Cebada, una iniciativa popular que, tras el derrumbe de un antiguo polideportivo en La Latina, comenzó a organizar actividades en el solar que apareció en su barrio. “Somos vecinos y vecinas que queremos fomentar el uso temporal de este espacio”, resumen sus objetivos el colectivo. Desde hoy, este campo forma parte de We Traders, una muestra que invita a conocer 25 propuestas ciudadanas provenientes de cinco ciudades diferentes (hasta el 16 de marzo en la Nave 16 de Matadero Madrid). Todas las ideas comparten algo: utilizan la recesión económica como una oportunidad para mejorar las urbes en las que desarrollan sus actividades. “Cambiamos crisis por ciudad”, es el lema de la exhibición.

Cinco ciudades: Madrid, Berlín, Lisboa, Turín y Toulouse que tienen algo en común: “el papel que juega en ellas la ciudadanía”, dice Angelika Fitz, especializada en proyectos de urbanismo y arquitectura, y que, junto a Rose Epple, dedicada al diseño, se encarga de la dirección artística de esta iniciativa en la que también participa el Goethe Institut. Para ellas, la crisis financiera, los presupuestos restrictivos, la polarización social, los problemas de vivienda o la pérdida de espacios públicos provoca diferentes reacciones en los ciudadanos. “Protestar es una manera de mostrar el descontento; actuar, otra”, sentencia Fitz. “Cuando estas personas empiezan a implicarse en su barrio, en su ciudad o en su región se convierten en we traders”, define Epple. “Mercaderes pero no de bienes, sino de conocimiento”, agrega.

Últimamente, muchos colectivos desarrollan su trabajo en esta dirección por lo que, tras definir el carácter de los we traders, procedieron a buscar las cinco ideas más representativas de cada lugar. Para ello, contaron con el asesoramiento de un equipo de comisarios locales. “Nuestra labor ha sido más prescriptiva que curatorial [de comisariado]”, apunta Javier Duero, comisario independiente y al frente de la delegación madrileña.

Aunque posean analogías, cada ciudad vive la crisis de manera diferente por lo que cada una posee problemas asociados a su idiosincrasia. Acorde con su actitud de cambiar realidades cercanas, los we traders identifican las debilidades y actúan. Algunos ejemplos concretos: en Lisboa se necesitan intervenciones sociales y urbanas; en Turín, fomentar las zonas comunes; en Berlín, evitar la guetificación de un barrio y en Toulouse, solucionar la escasez de viviendas sociales. Y, ¿qué le pasa a Madrid?

“Encontramos que había un problema con los espacios vacíos, desde pisos hasta solares pasando por algunas plazas que, tras su remodelación, se han convertido en meros lugares de paso”, explica Duero. Tras identificar los problemas más acuciantes de cada ciudad, llegó el momento de buscar propuestas para cambiar esa realidad. Una tarea que comenzó el verano pasado y que ha implicado a más de 200 personas en el proyecto.

Junto al Campo de la Cebada, Todo por la Praxis, VIC (Vivero de Iniciativas Ciudadanas), Walkinn Coop y Gabinete de Crisis de Ficciones Políticas son los proyectos madrileños seleccionados para formar parte de esta muestra, que será itinerante ya que recorrerá todas las capitales. “Las propuestas tenían que ser replicables y desmontables”, dicen las directoras artísticas. Replicables para que pudieran servir de inspiración en el resto de ciudades; desmontables para poder trasladarlas.

Con el fin de explicar la multitud de conceptos que subyacen en los proyectos, cada uno cuenta con un vídeo en el que se define el problema y los mecanismos ideados para solucionarlo. Además, en un estante aledaño, aparece un objeto. Desde un megáfono, como metáfora de la participación, hasta un cojín con clavos que habla sobre confianza.

“Trust”, se puede entreleer entre las punzantes tachuelas. “Confía y siéntate”, anima un cartel en inglés. Ante la invitación, los más curiosos primero acercan un dedo para comprobar lo afilados que están los clavos. Pinchan. Cuando se sientan descubren que, al distribuirse el peso de manera uniforme, no penetran en su piel. “Pero hay que tener cuidado con los pantalones”, recomienda una joven.

Arte mezclado con arquitectura, urbanismo, cooperación, ecología y acción son algunos de los elementos que aparecen en todas estas propuestas. “Los problemas económicos que comenzaron hace más de seis años nos han provocado una crisis moral importante y, en muchas ocasiones, nos han llevado al desánimo”. “Con esta muestra queremos invitar a tener una actitud proactiva ya que, cuando los mercados fallan, los ciudadanos pueden desarrollar nuevas formas de intercambio”, insiste la directora Fitz.

Recorriendo la muestra se constatan esas ideas. La Initiative Möckernkiez de Berlín nació para enfrentarse al problema del “desarrollo urbano neoliberal y a la privatización de espacios públicos”. Su lucha comenzó comprando una parcela de 30.000 metros cuadrados en el barrio de Gleisdreieckon con la finalidad de construir una urbanización comunitaria de viviendas ecológicas, sin barreras arquitectónicas, intercultural y socialmente integradora. Quieren entregar las primeras llaves a finales de este año.

“Creo que el concepto de la exposición sirve para conectar las diferentes propuestas en un espacio concreto, lo que hemos denominado el market place (la zona de mercado)”, dice Íñigo Cornago. Este arquitecto y su colega Claudia Sánchez son los ideólogo de Cocook, una iniciativa de cocina colaborativa en espacios públicos urbanos. En resumen, una cocina móvil que aparece en cualquier calle, plaza o jardín de la urbe y que anima a cocer, freír o asar en comunidad. “En ese fomento del intercambio cultural, la Red aporta una oportunidad brutal, ya que amplifica el mensaje: un evento que ocurre en un espacio tiene online un público paralelo con mucho potencial”, añade.

Para los organizadores, Internet juega un papel clave en el fomento de un cambio de actitud en la ciudadanía. “La cultura del Háztelo tú mismo (del inglés Do It Yourself o DIF) es muy representativa de nuestro tiempo”, cuenta Fitz. “Por un lado, la Red ha favorecido el intercambio de información y la transparencia. Por otro, las redes sociales nos han incitado a la participación virtual. Es momento de hacerla real”, continúa. Para que todo el conocimiento que se cita en We Traders tenga su salida a la Red, han creado un hashtag en la red social Twitter: #wetraders. Todos los mensajes que se publiquen con esta etiqueta se proyectarán durante la exposición.

Cinco ciudades, 25 proyectos y ganas de actuar y cambiar la realidad que les rodea podría ser la síntesis de la muestra. El Campo de la Cebada nació con la inquietud de animar a la participación ciudadana. Su último hito: conseguir financiación para construir una cúpula geodésica que albergará actividades culturales. En definitiva, cambiar el mundo desde su barrio. ¿Utopía?