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La sanción a los críticos deja al borde de la ruptura al gobierno de Ourense

La ejecutiva federal suspende de militancia a los afines a Pachi Vázquez

El alcalde de Ourense
El alcalde de Ourense NACHO GÓMEZ

El PSOE acorrala a los cinco concejales rebeldes del Ayuntamiento de Ourense. La ejecutiva federal ha suspendido de militancia a María Devesa, Susana Bayo, Mónica Vázquez, Alfonso Vilachá y Antonio Rodríguez Penín por “incumplir reiteradamente” las directrices del partido tras el plante que protagonizaron el 13 de diciembre, cuando se ausentaron de una votación plenaria por no estar de acuerdo con el alcalde. El líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, anunció ayer que “con independencia de cómo deriven las medidas disciplinarias, están suspendidos de militancia desde hoy”. Cuatro de los afectados permanecían reunidos anoche para valorar una sanción que les prohíbe votar en cuestiones orgánicas como asambleas o primarias, pero que les obliga a seguir bajo la disciplina de partido en sus funciones públicas. Algunos mantienen que ya “no pintan nada” en un gobierno municipal que les ha apartado.

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 La pelea acabará en los juzgados. Los cinco ediles anuncian que van a recurrir judicialmente la suspensión y anuncian posibles “acciones legales, incluidas las penales”, contra aquellos que les “imputan conductas ilícitas”. Y es que en el escrito que les han hecho llegar para comunicarles la decisión y del que dudan de su veracidad, se les acusa de “falta de probidad y honradez en el desempeño de cargo público así como derivados de la irregular administración de los fondos del partido o de la Administración”.

María Devesa, una de las sancionadas, recibía abrazos de concejales del BNG en la puerta del Ayuntamiento ourensano. Varios miembros del PP y de Democracia Ourensana también trasladaron su apoyo a los críticos. La imagen, que puede parecer inusual, se ha vuelto frecuente en una corporación en la que los ediles socialistas mantienen mejores relaciones con la oposición que con sus propios compañeros. “Estoy totalmente decepcionada”, aseguraba Devesa cuando aún no tenía constancia de la suspensión ya que, en su opinión, “siempre” fue “leal” y trabajó sin importarle quién “fuese el cabeza de lista”. “Tenemos que pensar qué pasa con el equipo de Gobierno porque es surrealista que si ya no somos militantes de la organización... Habrá que ver dónde estamos”, matizó sobre el futuro del gobierno en minoría que rige la tercera ciudad de Galicia desde que el BNG abandonó la coalición con los socialistas ante la resistencia del anterior alcalde a dimitir tras ser detenido por el caso Pokémon. Devesa dejó un aviso: “Ahora podremos hablar con más libertad”.

Penín, otro de los suspendidos, cuestiona “la rapidez con la que se ha adoptado la medida”. El alcalde, Agustín Fernández, no quiso valorar lo ordenado por Ferraz. Abandonaba el Ayuntamiento sin hacer declaraciones. La dirección federal ha aplicado ahora la misma medicina que usó en septiembre de 2012 contra el exalcalde Francisco Rodríguez. Y es que aquella crisis tiene mucho que ver con la insostenible situación del Gobierno ourensano, totalmente enquistada desde la votación plenaria de diciembre en la que se dirimía una cuestión menor como es la compatibilidad laboral de un funcionario.

Los cinco expedientados y la dirección provincial (afín a Pachi Vázquez) han aclarado que la génesis de la reyerta se retrotrae hasta aquella detención, cuando cinco ediles arroparon al exalcalde y los cinco expedientados se apartaron de él públicamente. El PSdeG ourensano entró en barrena ante las acusaciones de “traición” lanzadas por Rodríguez y las dos familias socialistas (enfrentadas desde hace tres lustros) se instalaron en una pelea latente. Mientras, la sanción de la ejeutiva provincial contra la secretaria local del partido, Carmen Rodríguez Dacosta, sigue su curso. La ha citado hoy para declarar ante los instructores de su expediente disciplinario.

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