_
_
_
_
_
MÚSICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Radiografía mutua

Expectación en el Auditori ante la primera actuación del japonés Kazushi Ono

Expectación en el Auditori ante la primera actuación del japonés Kazushi Ono tras ser nombrado nuevo director musical de la OBC. Después de una semana de ensayos, lo que, sobre el papel, parecía un concierto más de la temporada, ha cobrado un significado muy especial para los músicos de la formación barcelonesa: ahora ya no tenían delante a un director invitado más, sino al músico que llevará el timón musical de la orquesta a partir de septiembre de 2015. Y eso cambia la perspectiva: cada gesto, cada detalle, cada palabra de Ono durante los ensayos ha cobrado un significado especial, en una especie de radiografía de urgencia del carácter, la técnica y el método de trabajo de un director al que deberan acostumbrarse en un futuro no muy lejano.

También para Ono el reencuentro con la orquesta con la que dio su primer concierto en 2012 – un debút premiado por el público con diez minutos de aplausos- exigía calibrar el potencial de la orquesta y la actitud de los músicos. Una cosa es venir a Barcelona a trabajar una semana como batuta invitada y otra venir para quedarse cinco años al frente del buque insignia del sinfonismo catalán. Quizá dedicaron mucho tiempo a estudiarse mutuamente, al diagnóstico urgente de virtudes y defectos, y los resultados del concierto, aunque fueron musicalmente notables, no llegaron al nivel obtenido la semana pasada en la emocionante Séptima de Mahler que dirigió Eliahu Inbal.

Quizá tuvo algo que ver la elección del programa. Ono abrió la velada con una partitura del más universal de los compositores japoneses, Toru Takemitsu, November Steps, en la que, por primera vez en una obra sinfónica, incluía dos instrumentos tradicionales nipones, un biwa (laúd) y un shakuhachi (flauta) tocados con virtuosismo por Kumiko Shuto y Kifu Mitsuhaschi. El atractivo tímbrico y la atmósfera expresiva de la pieza es innegable, con un original planteamiento que preserva la autenticidad de los intrumentos tradicionales en un diálogo con la orquesta que evita fusiones inútiles.

OBC

Kazushi Ono, director.

Obras de Tamemitsu y Strauss.

Auditori. Barcelona, 24 de enero

Después, se adueñó de la sala el mayor volcán sonoro de Richard Strauss, la Sinfonía alpina, op. 64: el gesto claro, el aplomo y la concentración de Ono, que dirigió la obra de memoria, facilitó la fluidez narrativa y el control del espectacular despliegue instrumental. Hubo tensión, misterio y alto voltaje en la tormenta, y lirismo en las escenas de mayor carga poética. La OBC alternó momentos de esplendor con algunos desajustes a lo largo de un buen concierto que anuncia un prometedor futuro.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_