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La Universidad Autónoma reduce su presupuesto por cuarto año consecutivo

Las cuentas bajan un 0,7% respecto el año pasado pero acumulan un recorte del 17% desde 2010

El presupuesto de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) sigue menguando. Y ya van cuatro años seguidos. Este año las cuentas suman 284,3 millones, un 0,7% menos que el año pasado, pero un 17% inferior al de 2010 (de 341 millones), el último ejercicio que el presupuesto creció. No obstante, las cuentas sobre papel ascienden a 294,8 millones. La diferencia se explica, según la vicerrectora de Economía, Montserrat Farell, en un cambio de contabilidad que ha obligado a incluir una partida de 10,5 millones que corresponde a las tasas bonificadas por las matrículas de honor, reducciones a familias numerosas, etc. “Son importes que la universidad no ingresa, pero que tenemos que reflejar en el presupuesto”, justifica Farell.

En el capítulo de ingresos, la aportación del Estado cae un 23%, pero la de la Generalitat se mantiene, pero también por una argucia contable. De hecho, Farell admite que la subvención habitual del Gobierno catalán ha caído un 13,4% respecto el año anterior, pero este año aparece una nueva partida que, bajo el epígrafe de aportación adicional por proyectos, insuflará a la UAB 6,6 millones de euros. La Generalitat ya había anunciado que las universidades iban a sufrir un nuevo recorte, algo que soliviantó a los rectores y al final se consiguió llegar a un acuerdo y se creó este nuevo concepto para compensar el ajuste inicial.

En cuanto a los gastos, se prevé un fuerte recorte del 19% en inversiones de material e investigación. En cuanto a la dotación de plantilla, hay un ligero descenso del 1%, básicamente de los incentivos al personal, pero se mantiene el mismo número de plazas.

“Son unos presupuestos de austeridad y de contención muy fuerte, marcados por la incapacidad de renovar, atraer o mantener el talento, y esto es lo que más daño hace a la universidad”, valora Farrell. La vicerrectora avanza que la UAB consiguió en 2013, por segundo año consecutivo, cerrar el ejercicio de forma equilibrada, pero reclama a la Generalitat una deuda de 54 millones, que si los cobrara ayudaría a enjugar los 65 millones de déficit acumulado que arrastra el campus. “Estamos estables, pero todavía en la UVI”, resume Farell.

Cambio horario del profesorado

El consejo de gobierno de ayer también aprobó uno de los puntos que más recelos despierta con los sindicatos en las últimas semanas. Se trata del modelo de dedicación docente, que establece cómo se distribuye la jornada del profesorado (horas de clases presenciales, tutorías, investigación, etc.). La UAB ha actualizado su modelo para adaptarlo al conocido como decreto Wert de abril de 2012, que establece la dedicación que tienen que tener los docentes funcionarios según actividad investigadora.

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Los sindicatos critican la modificación porque consideran que obligar a dar más horas de clase repercutirá negativamente en las horas de atención a los alumnos y se generará un excedente de plantilla. Según cálculos de la CGT, el incremento afectará al 63% de la plantilla, formada por unos 3.700 profesores. La UAB rechaza las cifras y asegura que solo 14 profesores verán aumentadas las horas de clase, mientras que a 600 se les reducirá.

“Si los profesores hacen más horas, sobrarán docentes”, aseguran los sindicatos, que no obstante no se ponen de acuerdo con las cifras. Desde CC OO alertan que podrían haber 65 despidos y que podría afectar especialmente “a aquellos departamentos con una baja visibilidad de la investigación”. La CGT, en cambio, calcula en el 10% el excedente de plantilla, unos 370 docentes.

Juan Jesús Donaire, vicerrector de profesorado de la UAB niega que se vayan a producir despidos. “Lo que se busca es reducir la presencia en el aula del profesor y fomentar la atención al alumno y la investigación. Así que de hecho, en algunos casos puede pasar al revés y que necesitemos profesores”, argumenta.

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