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La fábrica catalana de Alstom se queda sin convenio tras agotarse la negociación

La dirección zanja las negociaciones y da por finalizada la ultractividad del acuerdo colectivo actual

La dirección y los sindicatos de la planta de Alstom en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona) han concluido este jueves sin acuerdo la última reunión que había convocado la empresa para tratar de pactar el nuevo convenio colectivo. La ultractividad de dicho convenio expiró el pasado viernes, día 17, aunque la empresa decidió entonces ampliar una semana el plazo de negociación con el comité para intentar llegar a un acuerdo, pese a que las posiciones entre las partes seguían muy alejadas.

Finalmente este acuerdo no ha sido posible, por lo que la empresa ha dado por acabada la negociación y la ultractividad, de manera que el nuevo convenio que regirá las condiciones laborales de la plantilla de la fábrica catalana sería a partir de ahora el del metal de la provincia de Barcelona. Fuentes sindicales entienden, no obstante, que la ultractividad no ha finalizado y recuerdan que "hay sentencias que han dado la razón a los trabajadores en el sentido de que las condiciones del convenio anterior no se pierden".

El comité insiste en recordar que la empresa y los trabajadores firmaron un preacuerdo el 20 de septiembre que ratificaron el 9 de octubre ante la Generalitat, un acuerdo que la dirección de la matriz francesa rechazó apenas diez días después. Y pide a la dirección que siga negociando para evitar el empeoramiento de las condiciones laborales que supondrá para la plantilla la pérdida de su propio convenio. Los sindicatos advierten, en este sentido, que si Alstom mantiene su posición y se niega a seguir negociando con los representantes sindicales se llevarán a cabo acciones de protesta como, por ejemplo, paros productivos y movilizaciones. La próxima semana se podrían convocar las primeras protestas.

Los sindicatos, además, piden a la Generalitat una mayor implicación en este conflicto, ya que se trata de un sector industrial clave en la economía catalana en el que, además, los principales clientes son las propias administraciones públicas.

El fabricante de trenes ha insistido durante los últimos meses en la necesidad de acordar un convenio que aumente la competitividad de la fábrica vallesana, que sólo tiene carga de trabajo asegurada hasta marzo y no recibe pedidos desde 2009. Alstom sostiene que el convenio vigente hasta ahora respondía a un contexto de mercado con alto contenido de producción local, mientras que el nuevo debe afrontar una realidad completamente distinta: un modelo de fábrica que sea competitiva para atraer proyectos de exportación.

Los sindicatos, sin embargo, denuncian que la compañía quiere endurecer aún más las condiciones laborales de los trabajadores sin comprometer a cambio inversiones que garanticen los empleos en la factoría de Santa Perpètua. Actualmente, en la fábrica vallesana, en la que trabajan unas 700 personas, ya se aplica un ERE temporal para hacer frente a la menor carga de trabajo.

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