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Ferrol no logra sacudirse el pasado franquista

El PSOE urge al Congreso a suprimir los vestigios de la dictadura que conserva la ciudad natal de Franco en inmuebles públicos y castrenses

Antiguo edificio de Aduanas en Ferrol
Antiguo edificio de Aduanas en FerrolGABRIEL TIZÓN

En la ciudad natal de Francisco Franco, los vestigios del franquismo que sobreviven al paso del tiempo y al articulado de la Ley de Memoria Histórica (52/2007), que obliga a suprimirlos, parecen inagotables. El Boletín Oficial de las Cortes publicó el lunes una proposición no de ley del PSOE auspiciada por la diputada ferrolana en el Congreso, Paloma Rodríguez y que firma Eduardo Madina, secretario del grupo socialista en la Cámara Baja, que pide la eliminación de la simbología que pervive en el municipio, tanto en inmuebles públicos como en recintos castrenses.

En concreto, el PSOE señala a tres. El primero es un escudo preconstitucional que preside la entrada del antiguo edificio de Aduanas, en el barrio portuario de Ferrol Vello. También exigen que se renombren 7 viales y rotondas que glosan a los militares golpistas en el callejero interior del Arsenal ferrolano. Son la glorieta del Generalísimo, la avenida Salvador Moreno, la plaza Marqués de Alborán y las calles Carrero Blanco, Honorio Cornejo, Almirante Vierma y Crucero Baleares. Y, por último, que se retiren los restos de dos de ellos, de Salvador y Francisco Moreno Fernández, dos marinos ferrolanos 'participantes en la sublevación y colaboradores de la dictadura' que reposan, enterrados, en el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando (Cádiz). El primero llegó a Ministro de Marina de Franco y el segundo, a Almirante de toda la flota y premiado con un título nobiliario.

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“Ferrol quedará para la historia como la cuna del dictador pero también es una de las comarcas donde la represión fue más sanguinaria y cruenta”, exponen los socialistas. Como ejemplo, recuerdan que en tan sólo dos días, los militares sublevados juzgaron a 45 personas y ejecutaron a 37 en Ares y Mugardos. “Y así hasta sumar 2.708 ferrolanos”, concluyen. La mayoría, 2.615, eran varones pero también fusilaron a 94 mujeres, entre ellas Amada García, una mugardesa a la sentenciaron a muerte cuando estaba embarazada y la ejecutaron contra el muro del castillo de San Felipe a las pocas semanas de dar a luz.

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