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“Los edificios estrella han sido una plaga para la arquitectura”

Este arquitecto de Nules habla del alocado crecimiento de La Plana y de la especulación

El presidente del Colegio de Arquitectos de Castellón, Jaime Prior.
El presidente del Colegio de Arquitectos de Castellón, Jaime Prior.ANGEL SÁNCHEZ

Jaime Prior (Nules, 1959) dirige el Colegio de Arquitectos de Castellón desde 2011. Recientemente remitió una carta al alcalde de la ciudad, Alfonso Bataller, en la que criticaba el Tram por no cumplir con las necesidades reales de la capital y no respetar su diseño urbano. No es el único caso. Prior habla del alocado crecimiento de La Plana, el área que concentra 450.000 de los 600.000 habitantes de la provincia, y de la responsabilidad de las administraciones por no plantear soluciones globales ni poner trabas a la especulación. Este arquitecto afincado en Nules critica duramente, desde el punto de vista de la arquitectura urbana, la política de los edificios estrella y asegura alegrarse, “aunque no sea políticamente correcto”, de que el rectorado de la VIU de Frank Gehry y el centro de Calatrava diseñados para Castellón no cuajaran.

Pregunta. ¿Cómo han crecido las ciudades de La Plana desde la época del boom?

Respuesta. Desde un punto de vista muy desgajado. El crecimiento por nódulos (PAI) ha generado zonas que debían estar muy integradas con la ciudad pero que, al forzar el crecimiento, han acabado siendo elementos independientes. Además, se ha crecido con una colaboración de la iniciativa privada y esto ha desplazado el poder del planeamiento desde la Administración a lo privado, que asume muchos más cometidos de los que sería deseable. ¿Qué alcalde ha sido capaz durante estos diez años de decir no al desarrollo de un PAI? No sé si conozco a alguno. Y ahora nos vemos con los problemas de desajustes reales del suelo programado y las grandes urbanizaciones que están casi vacías.

¿Qué alcalde ha sido capaz durante estos diez años de decir no al desarrollo de un PAI? No sé si conozco a alguno.

P. ¿Qué problemas urbanos no han sido resueltos por la Administración cuando la economía lo permitía?

R. La comarca necesita urgentemente un sistema de transporte público eficiente, no hay derecho a que para ir a Castellón tengas que recurrir al vehículo propio. Y no hablemos si desde Nules quieres ir a Onda. Se necesita un mecanismo de transporte público eficiente y que se establezca con criterios profesionales. Vamos a contrarreloj, esto ya debería haber ocurrido.

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Para destacar la necesidad de poner en marcha verdaderos planes de diseño urbanístico a nivel global, Prior hace un inciso y rememora los orígenes. “En 1.200, cuando este territorio cambia de fe y pasa de musulmán a cristiano ya hay un plan comarcal”, dice. Este plan consistió en crear una vía de comunicación (la actual 340) y cortar las anteriores con el objetivo de controlar a la población. “Así se crearon Almenara, Nules, Vila-real, Castellón… El plan comarcal fue perfecto, tenemos que pensar así”.

P. ¿Y cómo se reconduce la situación?

R. Es muy difícil, pero no hay más remedio. Quien lo puede abordar no son los ayuntamientos, sino los organismos supramunicipales como la Diputación o la Generalitat. La consejería ha hecho muchas cosas, pero siempre son enfoques parciales y sectoriales.

P. Por lo que se ha apostado ha sido por los edificios estrella, ¿qué efecto han tenido?

no sé si es políticamente correcto decirlo, pero me alegro mucho de que no haya cuajado el rectorado de la VIU ni el centro de Calatrava porque están desajustados para una ciudad y para la comarca.

R. El urbanismo tuvo sus movimientos. Hubo una teoría que funcionó en muchos casos y que nació alrededor de un libro, La ciudad collage de Colin Rowe, que habla de que las acciones puntuales en un sitio y coordinadas eran capaces de regenerar un sistema grande (caso de Barcelona en 1992). Una derivación es pensar que eso lo puede hacer un edificio. Y esto, unido al caso paradigmático del Guggemheim, provocó un efecto de descolocación. Todo el mundo pensaba que llamando a un arquitecto, o a tres o cuatro, situaban automáticamente la ciudad en el mundo. Los edificios estrella han sido una plaga para la arquitectura porque ahora nos damos cuenta de que eso no es arquitectura. Y en el caso de Castellón, no sé si es políticamente correcto decirlo, pero me alegro mucho de que no haya cuajado el rectorado de la VIU ni el centro de Calatrava porque están desajustados para una ciudad y para la comarca. Ese procedimiento no es factible, viable ni sostenible, ni para una sociedad ni para la arquitectura.

P. ¿Y logró Valencia el objetivo de estar en el mapa con esta política?

R. Valencia ha hecho un gran esfuerzo, aquello (la Ciudad de las Artes y las Ciencias) sí que es un tema de Comunidad Valenciana y no de ciudad. Es un complejo brutal y sí se ha conseguido. Si me preguntas si ha compensado, ni tengo datos ni lo sé, habría que analizarlo. Si me gasto un porrón de millones puedo lograr un objetivo, pero ¿vale la pena? Las cosas valen dinero y con las inversiones públicas hay que controlar si lo invertido se justifica.

P. ¿Qué alternativa propone?

R. El edificio estrella es una cuestión, la estrella de edificio es otra. En la comarca tenemos edificios que sí han funcionado a nivel de la teoría de Rowe y no se han sabido explotar. Por ejemplo, el Museo de Bellas Artes (proyecto en el que participó) con una inversión pública importante pero infinitamente por debajo de CACSA en ratio por metro cuadrado, sí ha conseguido regenerar una zona. Existen los edificios estrella o las estrella de edificio.

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