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Las emociones fuertes del aniversario

Andoni Ortuzar cumple su primer año como presidente del EBB del PNV y recuerda la crisis de Fagor Electrodomésticos como su peor momento

Andoni Ortuzar, un año como presidente del EBB del PNV.
Andoni Ortuzar, un año como presidente del EBB del PNV.fernando domingo aldama

En el entorno de Andoni Ortuzar sostenían esta semana que la crisis de Fagor Electrodomésticos, sobre todo, y el sopapo parlamentario de la retirada del primer proyecto de Presupuestos del lehendakari, Iñigo Urkullu, habían sido los momentos “más duros” en el primer año de su mandato como presidente del Euskadi Buru Batzar (EBB) del PNV, que se cumple hoy. Sin embargo, le faltaban horas al aniversario cuando llegó para Ortuzar (Abanto, Bizkaia, 1962) el momento más trepidante, las emociones fuertes de cómo detener la hemorragia de la prohibición de la marcha a favor de los presos de ETA: mediante una forzada apelación a la unidad abertzale junto a Sortu y los sindicatos mayoritarios.

Dispone de tal magnitud política la “excepcionalidad” de la repentina medida aceptada por Ortuzar el pasado viernes en ese hotel Carlton de tan hondo significado histórico para los nacionalistas que algunos de sus rivales políticos temen que “ahora se empezará a ver de verdad con quién quiere ir el PNV”. En el PP, desde luego, le observarán con especial detenimiento. “Tenemos una relación extraña”, dice un curtido dirigente vizcaíno. “No sé para que llegamos a pactos si a las primeras de cambio se van con la izquierda abertzale”. De hecho, en el grupo parlamentario del PP hay un abierto malestar por la doble cara que Ortuzar ha mostrado sobre la iniciativa del nuevo estatus político. “Nos dice que van a moverse dentro del marco de la ley, que no harán nada que incomode y nada más salir de la reunión lanzan un mensaje con todo lo contrario hablando de referéndum y de consulta como si quisiera contentar a EH Bildu”, dice este portavoz popular.

En el PSE-EE, por su parte, tienen a Andoni Ortuzar como “un hombre de fiar, de palabra” que responde a los compromisos, admite otro destacado miembro de la dirección del socialismo vasco que ha compartido mesas de negociaciones con el presidente del PNV. “Sabe buscar escenarios para el acuerdo y eso siempre es de agradecer”. En cambio, otro parlamentario alavés del PSE-EE lamenta que “el PNV no sea de fiar en una cuestión tan importante como los Presupuestos y no es la primera vez que lo decimos”. Para este dirigente, “el PNV se sigue creyendo que todo sigue igual, que tienen el liderazgo absoluto como si fuera su monopolio”.

Pero el PNV entendió hace un año que sin acuerdos entre diferentes era imposible sacar adelante la gestión del Gobierno vasco. La aceptación de esta nueva realidad con el bochorno político de encajar la histórica retirada de un proyecto de Presupuesto en el Parlamento fue una dura experiencia que comprometía, además, el estreno de Ortuzar y de Urkullu en sus nuevas responsabilidades. A partir de ahí, la dirección nacionalista no tuvo inconveniente en digerir más de un sapo a cambio de asegurarse la tranquilidad presupuestaria para el resto de la legislatura, posiblemente.

Ortuzar sufrió por la retirada del proyecto de Presupuestos del lehendakari Urkullu

Esta voluntad de entendimiento también fue reconocida por los empresarios vascos con quien intensamente se ha venido reuniendo este año el presidente del PNV. “En su agenda hay tantos contactos con la clase política como con representantes de la vida económica”, señalan ene el EBB. Ortuzar, de trato fácil y que sabe desdramatizar situaciones comprometidas, sitúa la salida a la crisis como su prioridad principal. Esta apuesta explicaría, según un colaborador, “los malos momentos que ha pasado” por el cierre de Fagor y el riesgo de sus efectos sistémicos para la economía vasca.

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En el PP no lo niegan, pero creen que “obedece a una estrategia”, dice uno de sus parlamentarios acostumbrado a debatir cuestiones económicas. “Lo tienen todo calculado”, dice. “Ahora están dos años con el tema de la crisis y lanzarán el tema del estatus para que les coincida con las elecciones locales”. El PNV, sin embargo, responde que “la paz” siempre será una cuestión más urgente en su calendario de acción política y ahí sitúa la importancia del próximo encuentro entre Urkullu y Rajoy.

En cuanto a las próximas elecciones municipales, el PNV declara que no siente especiales “urgencias”, ni siquiera cuando se le plantea la inevitable sustitución de Iñaki Azkuna como cartel para gobernar el Ayuntamiento de Bilbao. Este tema, desde luego, no le impide cumplir con su única distracción semanal que mantiene desde hace años y que consiste en jugar junto a tres amigos un partido de pala en un frontón vizcaíno.

Sin embargo, Ortuzar es consciente de la repercusión social y política que acapara la sustitución de Azkuna. En el PSE-EE entienden que “ya no será lo mismo y que se abren las opciones de gobierno”, mientras en el PP inciden en que “ahora parece que no tienen claro quién puede ser el candidato porque pierde fuerza Ibone Bengoetxea y miran hacia Josu Erkoreka”, dice Antón Damborenea, líder de los populares en Bizkaia. Eso sí, cuando se le pregunta si da alguna opción a José Luis Bilbao, responde: “eso sí que sería fantástico”. Dependerá de Ortuzar.

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