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El líder del PP en Narón gestiona una clínica sin licencia desde 1998

El gabinete es de rayos X, una actividad molesta según las normas urbanísticas

Miguel de Santiago, en la campaña de las municipales de 2011
Miguel de Santiago, en la campaña de las municipales de 2011GABRIEL TIZÓN

Miguel de Santiago Boullón es médico del Sergas en el centro de salud de O Val (Narón), diputado provincial en A Coruña, portavoz local del PP en Narón y facultativo autónomo en una clínica privada con rayos X en un entresuelo del número 276 de la carretera de Castilla donde pasa consulta desde hace años. Sin embargo, su gabinete médico ha funcionado durante este tiempo sin la licencia de actividad municipal, un requisito imprescindible para cualquier tipo de negocio. Y eso, a pesar de emplear en su consulta una herramienta que genera radiaciones electromagnéticas (rayos X), clasificada como “actividad molesta” por la normativa urbanística y que requiere de un blindaje específico para aislar sus efectos.

Así lo refleja un atestado de la Policía Local de Narón fechado el 18 de noviembre del 2013. Los agentes municipales se pusieron a revisar los bajos y entresuelos para actualizar el censo de negocios, tramitar permisos y detectar irregularidades y se toparon con que el jefe de la oposición local no tenía los papeles de su clínica en regla. El 3 de diciembre, el Ayuntamiento de Narón le notificó al edil que disponía de 15 días para tramitar los permisos y el día 13, Miguel de Santiago presentó los papeles para legalizar su clínica, que funciona desde 1998 a 50 metros escasos del consistorio.

El informe policial recoge que el propietario (De Santiago) argumentó que no tenía licencia porque no la había pedido. Entendía que no era necesaria para “un despacho profesional”, pero que la solicitó cuando amplió sus servicios con ecógrafo y rayos X. Desde el gobierno naronés lo desmienten y aseguran que el concejal ni tenía licencia ni tramitaba ninguna antes de la inspección. El médico del Sergas se justifica con la licencia que le concedió en su día la Consellería de Sanidade para abrir la clínica y las inspecciones homologadas por Industria que realiza cada año al aparato de rayos. “Pensaba que con la de la Xunta era suficiente”, explicó De Santiago a este diario. Y se apresura a puntualizar que la licencia municipal “está solucionada y en marcha”. La Concejalía de Urbanismo estima que hay base para abrirle al portavoz popular dos expedientes: uno sancionador, por trabajar durante 16 años sin licencia, y otro de cierre hasta que la obtenga, y calculan que podría demorarse unos cuatro meses. De Santiago (A Coruña, 1956) es la voz del PP en el consistorio naronés desde junio de 2011 y lidera la oposición en solitario con los otros siete ediles de su grupo frente a una cuádruple coalición de gobierno que lidera Terra Galega (8) junto al BNG y PSOE —con dos cada uno— y una edil independiente. Novato en política local, De Santiago debutó como cabeza de lista del PP en los últimos comicios municipales y se quedó a las puertas del gobierno con 217 votos menos que el actual regidor, Xosé Manuel Blanco.

La oposición naronesa le ha reprochado públicamente al médico popular sus abultados ingresos, que le llegan por cuatro vías: tres de fondos públicos y una cuarta privada a través de esa clínica para la que resultó no tener licencia. El BNG calcula que en 2012 De Santiago ingresó 85.770 euros, sin contar lo que facturaba en su consulta sin licencia municipal. Del total, 46.670 corresponderían a su sueldo como doctor de Atención Primaria en el consultorio de O Val, otros 36.700 a su actividad como diputado y presidente de la comisión de personal y régimen interno de la Diputación coruñesa y 5.500 más por la asistencia a las comisiones y plenos de Narón. “Es legal pero no es ético ni legítimo”, criticaron en su día los nacionalistas, que elaboraron una octavilla desglosando los ingresos del médico popular y que sintetizan en una sola frase: “Desde que se dedica a la política, sus ingresos crecieron un 92% mientras los recortes restaban el 20% a los funcionarios públicos”.

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