_
_
_
_
_

Panes y vino para Parsifal

Carlus Padrissa conmemora el centenario del estreno de la última ópera de Wagner en el Liceo con un espectáculo multimedia en el foyer del teatro

El Liceo vivió su más gloriosa hazaña wagneriana el 31 de diciembre de 1913, al convertirse en el primer teatro del mundo que, de forma legal, programó Parsifalfuera de Bayreuth. Desde su estreno, en 1882, el testamento operístico de Richard Wagner no podía representarse fuera de la colina sagrada en un plazo de 30 años, y, aunque algunas ciudades como Nueva York, Zurich y Amsterdam habían programado la ópera antes, saltándose la prohibición —los derechos de exclusividad caducaban el último dia del 2013—, el Liceo se adelantó a otros teatros europeos al levantar el telón a las 22,25 de la noche, dando inicio a una representacion que concluyó a las cinco de la madrugada del 1 de enero de 2014, cuando ya no tenían vigencia las restricciones legales. Para recordar los cien años de esa histórica función, Carlus Padrissa, de La Fura dels Baus, presenta un espectáculo multimedia que se verá únicamente el 9 de enero en el foyer del teatro (20 horas) en una función única cargada de sorpresas.

Wagner es una pasión constante en la trayectoría vital y artística de Carlus Padrissa. Nació en Moià, el pueblo del legendario tenor wagneriano Francesc Viñas, que fue el encargado, hace cien años, de encarnar a Parsifal en el histórico estreno liceista, que fue dirigido por el suizo Franz Beidler. Padrissa llevaba varios años acariciando la idea de crear un espectáculo para conmemorar el centenario de la primera representación de Parsifal en Barcelona y al final, con la complicidad del Círculo del Liceo, que organiza el evento, y el propio teatro, que cede el foyer y su asistencia técnica, ha creado un espectáculo multimedia de algo más de una hora de duración que es pura expresión de fervor wagneriano y de amor al arte, porque el precio del contrato de Padrissa también es simbólico: un euro.

El montaje, con el título Parsifal 13/14, recupera todo tipo de material histórico y audiovisual que recorre un siglo de representaciones de la obra en el coliseo barcelonés, combinándolo con elementos procedentes del montaje de Parsifal que estrenó el año pasado en la Ópera de Colonia (Alemania). En el espectáculo, cargado de fuerza espiritual, tendrá especial relevancia la cocción de pan —Triticum instalará en el foyer un horno de 400 kilos— como símbolo de la generación de vida. Pan que luego se repartirá entre el público junto con el vino, otorgando una dimensión simbólica extraordinaria al mensaje del festival escénico sacro creado por Wagner.

La música en vivo correrá a cargo del barítono Christopher Robertson, en el papel de Amfortas, que cantará su imponente monólogo acompañado al piano por Veronique Werkle. El bajo Matti Salminen, uno de las voces wagnerianas más prestigiosas de las últimas tres décadas, estará presente de manera virtual en un montaje que incluye fragmentos de la película Parsifal (1951) de Daniel Mangrané. Una selección de escenas de algunas de las 108 funciones de la ópera representadas en el Liceo a lo largo de un siglo y la utilización de las campanas tubulares que el Palau de la Música construyó para la primera interpretación en concierto de la gran escena de la Consagración del Santo Grial, forman parte de un viaje multimedia en el que la voz del tenor Viñas sonará a través de una histórica grabación.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_