Los otros mileuristas vascos

“Pasamos frío para no pasar hambre”. L. García tiene 74 años, cobra apenas 800 euros de pensión y no lleva nada bien el frío de Vitoria, pero no tanto porque sus viejos huesos no estén acostumbrados, sino porque ha tenido que regular la calefacción individual de gas, para seguir comiendo con cierta normalidad. Desde hace dos años su hijo, que hace nueve dejó los estudios para “ganar dinero” en la construcción, se ha quedado sin carrera y sin piso. “Vivir con menos de mil euros es muy complicado cuando las obligaciones aprietan”, dice con más enfado que resignación. La realidad es que las pensiones o se han congelado, o se revalorizan menos que los precios, y la factura de la luz y del gas suben más que el frío y están siendo una cizalla en su pensión. En los últimos seis años, desde que la crisis de financiación empezó a hundir empresas y a eliminar empleos, el mileurismo ha pasado de ser un fenómeno a superar, a una suerte de lotería, sobre todo para los más jóvenes en los que se ha cebado el desempleo con tasas superiores al 50%.

Para uno de cada dos jubilados vascos es su destino. En Euskadi, además de los abonados a los contratos a tiempo parcial, los mileuristas de servicios o la industria, y de los perceptores de la Renta de Garantía de ingresos, 62.400 familias y creciendo, que llevan a casa en torno a 650 euros, (que pueden llegar hasta mil con varios miembros) están los otros mileuristas, un total de 144.372 jubilados que cobran menos de mil euros y que en total ascienden a 293.616 si se incorpora a esa magnitud el resto de pensionistas —orfandad, viudedad...—. Y eso sin contar los que no están en el régimen general, es decir, los autónomos, que por término general cotizan menos y se jubilan todavía con menos dinero.

El total de pensionistas

Según datos de la Seguridad Social del pasado noviembre el número total de pensionistas en Euskadi es de 519.783 entre los que cobran pensiones de jubilación, incapacidades permanentes, por viudedad, orfandad y a favor de otros familiares. Prácticamente la mitad de quienes perciben una pensión de jubilación, el 44,6%, y el 55% del total de quienes reciben pensiones contributivas tienen que sobrevivir con menos de mil euros en un momento crítico en el que los abuelos vuelven a ser padres en muchos casos, al tener que ayudar económicamente a sus hijos y a los hijos de sus hijos, debido a los múltiples problemas derivados de esta crisis, como la pérdida de pisos, la falta de trabajo, y en algunos casos el fin de las ayudas del desempleo.

Pero es que además uno de cada cuatro hogares vascos sobrevive sólo con una pensión. Pese a todo en Euskadi ese colectivo de jubilados mileuristas es veinte puntos menor que en el resto de España donde ascienden al 64%. Y tienen la suerte de que la RGI les complementa hasta esos 650 euros si cobran menos —el 25% de los perceptores de RGI son pensionistas—. Además, la pensión media en la comunidad autónoma es de las más altas de España debido a que casi el 15% —17,6% en Bizkaia, 16,8 en Álava y 12,7% en Gipuzkoa— ingresan por pensiones de jubilación más de 2.000 euros, cuando la media en España es del 9%. La parlamentaria socialista Gloria Sánchez tiene serias dudas de que Euskadi vaya a ser un país para viejos. “Debiera de serlo porque vamos a tener mayor expectativa de vida, pero sin embargo cada vez los tratamos peor, y ese es nuestro futuro”, dijo ayer. “La Constitución española especifica que los poderes públicos garantizarán la suficiencia económica a los ciudadanos de la tercera edad. Sin embargo, no parece que los jubilados ganen poder adquisitivo, sino todo lo contrario”, denunció la parlamentaria del PSE.

La Constitución garantiza la suficiencia económica"

En el País Vasco sólo un 29% de los jubilados mileuristas cobra por encima del RGI hasta alcanzar los mil euros. El problema es que con los sucesivos recortes del Gobierno central, (para 2014 sólo se actualizan un 0,25% las pensiones y se ha congelado el Salario Mínimo) los perceptores de ayudas, y de complementos a sus pensiones, han perdido, según el Instituto Vasco de Estadística un 10% de poder adquisitivo en siete años.Pero si ahora las pensiones son bajas, el problema se va a agravar con las próximas generaciones ya que los jóvenes no acceden al mercado laboral y van a notarlo en sus percepciones futuras, así como toda una generación de personas entre 35 y 50 años que han sido arrojados al paro, y muchos de los cuales no van a poder volver a trabajar.

“Esa brecha va a hacer que la media caiga más en el futuro y vivan su jubilación en peores condiciones que ahora”, augura la parlamentaria del PSE. Y eso que España es de las economías de la UE la que menos dinero dedica sobre el PIB a las pensiones, con un 10%, frente a países como Reino Unido que dedican un 12%, Francia el 14% o Italia un 16%.Las mujeres lo tienen todavía peor. A la realidad de que cobran menos salario a iguales tareas, y por lo tanto reciben menos cantidad en concepto de pensión contributiva cuando llegan a la edad de jubilación, se suma el hecho de que son más longevas. La reforma de la Seguridad Social va a tener en cuenta ese factor a la hora de calcular su pensión, aunque todavía no se conoce el detalle. “A más tiempo de vida, menos cantidad de pensión porque lo aportado no varía”, explica un experto. Es decir, además de cobrar menos durante el tiempo de vida laboral, también van a recibir menos dinero que los varones en el momento de la jubilación. Pero además son las mujeres las que más acaparan los contratos a tiempo parcial, lo que hace más difícil que en el futuro acumulen los 35 años necesarios para tener acceso a una pensión. “Después de la reforma laboral, se está estrechando más ese círculo”, lamentó Sanchez.