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Patatales inteligentes

Ingenieros idean un sistema económico para monitorizar los cultivos por control remoto

Ingenieros ferrolanos idean un sistema económico para monitorizar los cultivos por control remoto
Ingenieros ferrolanos idean un sistema económico para monitorizar los cultivos por control remoto

La crisis del sector naval en la ría ferrolana empujó al grupo Austen a reinventarse con un equipo de I+D+i que buscó nichos de mercado en otros sectores. Irónicamente, lo encontraron en uno de los más analógicos y manuales: la agricultura. Esta firma de ingeniería, con epicentro en el polígono de Río do Pozo, en Narón, presentó este viernes su último invento para modernizar el campo gallego: Agrotool. Así han llamado a un sistema de bajo coste basado en la tecnología WSN (Wireless Sensor Networks), a partir de redes de sensores inalámbricos de última generación similares a los que emplean los smartphones o teléfonos inteligentes, que favorecen la agricultura de precisión'. ¿Y en qué consiste esta revolución agrícola? Pues, básicamente, en que el agricultor podrá controlar desde su propio móvil y a distancia como van sus plantaciones.

“Es una herramienta intuitiva, de fácil manejo y mantenimiento sencillo que permitirá controlar desde el móvil el riego o el uso de los fitosanitarios -pesticidas- ahorrando costes y mejorando la calidad del producto”, explican desde la firma. Asociados con la cooperativa 'Os Irmandiños', lo están probando en todo tipo de cultivos: en patatales, campos de lechuga, tomates, pimientos, remolacha, fresas o manzanos. Detrás de este invento que camina hacia la agricultura inteligente están cuatro ingenieros: Felipe Sas, Alejandro Casteleiro, Patricia Vázquez y María Rodríguez. Cada uno proviene de un rama diferente de la ingeniería -industrial, informática, electrónica o telecomunicaciones- que, unidas, se complementan.

Agrotool es la 'evolución natural', explica Felipe Sas, de otro ingenio anterior: el 'Siega', concebido para monitorizar el cultivo de las vides. En agosto del pasado año, el Simovi (Sistema de Monitorización de Viñedos), que perfeccionaba esta primera herramienta, les valió una jugosa subvención del programa Interconecta de la Unión Europea, que ronda el millón de euros, con la que financian el 50% de una ambiciosa investigación en la que se embarcó Austen junto a otras cuatro firmas (Avansig, Egatel, Saec y Eltor) para que la viticultura avance hacia los tecnoviñedos.

Con el Simovi, colocaron sensores inalámbricos de última generación similares a los que emplean los teléfonos móviles en varias cepas de las Rías Baixas que analizan, individualmente y al detalle, la evolución de la uva desde su color al grado de maduración pasando por los taninos. Todos esos parámetros se vuelcan en un equipo informático que procesa los datos y permite, entre otras cosas, anticipar una plaga y alertar al bodeguero de que urge fumigar. Tan sencillo como enviarle un sms al móvil cuando las vides muestran los primeros síntomas.

Su última propuesta, Agrotool, aplica y generaliza el mismo sistema “para todo tipo de cultivos”, explica Sas, con dos novedades que suponen un salto de calidad: autosensores de reconocimiento y programación en remoto. “Me paso el día mirando en internet y en todo el mundo no he encontrado ningún otro sistema tan completo y económico como el nuestro”, presume. Y aunque esta herramienta se concibió para al minifundio galaico, Austen proyecta empujarlo más allá de las fronteras patrias a los grandes cultivos de América, Sudeste asiático y Australia. Para desarrollarlo, el grupo naronés se ha aliado con otras dos empresas, la coruñesa Plexus y CualiTic, de Compostela. Cuentan, además, con el respaldo del Instituto Tecnolóxico de Galicia y el gobierno gallego también se ha involucrado con una subvención de 300.000 euros a través de la Axencia Galega de Innovación.

El resto, hasta los 653.000 euros que les cuesta el proyecto, lo cofinancian las tres firmas implicadas. En junio, obtendrán los primeros resultados de los cultivos que monitorizan para la cooperativa agroalimentaria pero, antes de intentar dar el salto al mercado internacional, seguirán probando hasta finales del 2015.

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