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Terrassa multa a tres bancos por tener pisos vacíos durante más de dos años

Las sanciones, de 5.000 euros cada una, son las primeras de un total de 725 expedientes Es el primer municipio en imponer la penalización

Edificio de viviendas sociales en Terrassa.
Edificio de viviendas sociales en Terrassa.

Primeras multas a entidades bancarias por tener pisos vacíos. Lo hará el Ayuntamiento de Terrassa. La teniente de alcalde de Planificación Urbanística y Territorio, Carme Labòria (PSC), firmará hoy la resolución que impone sanciones económicas de 5.000 euros a tres bancos, aunque se trata de multas coercitivas, así que si no se da respuesta al requerimiento —encontrar un inquilino— el importe puede aumentar hasta los 500.000 euros. Se trata de las primeras de una catarata de sanciones que “afectará a todas las entidades bancarias”, tercia Labòria. Y es que el Consistorio egarense, el primero de Cataluña que impone estas multas, tiene actualmente abiertos 725 expedientes.

Las multas a entidades bancarias, promotoras e inmobiliarias que mantengan viviendas vacías —se denomina así cuando está desocupada por causas injustificadas durante más de dos años— es una de las sanciones recogidas en la Ley al Derecho de la Vivienda aprobada por el tripartito en 2007. “El objetivo es que las Administraciones puedan intervenir y poner medidas ante una problemática grave, ya que es impensable que en un país haya pisos vacíos con la necesidad de vivienda que hay y mientras se producen numerosos desahucios”, explica Dolors Clavell, abogada, exdiputada de ICV y ponente de dicha normativa.

Labòria también incide en que los pisos vacíos son una fuente de conflicto. “Muchas entidades no pagan la cuota de la comunidad de propietarios. Además, las viviendas vacías se deterioran y suponen un foco para atraer ocupaciones ilegales”.

El Ayuntamiento tiene contabilizados cerca de 5.000 pisos vacíos,

Siguiendo este principio, en mayo el Ayuntamiento de Terrassa empezó a enviar requerimientos a bancos y antiguas cajas, que tienen en su poder cerca de 5.000 pisos vacíos en la ciudad, según avanzaron ayer Diari de Terrassa y El Punt-Avui. “Les pedimos que pongan todas las medidas para que los pisos encuentren inquilino o que nos lo cedan para nuestra bolsa de alquiler social”, explica Labòria. La mayoría de los expedientes —cada uno corresponde a un piso vacío— son recurridos. “Muchas entidades alegan que tienen los pisos a la venta, pero no encuentran comprador. Nosotros les contestamos que mientras tanto nos los cedan”, defiende la concejala, que recuerda que hace dos años que negocian con la banca para conseguir ampliar la disponibilidad de pisos.

Desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Terrassa celebran la medida, que llevan exigiendo desde cerca de tres años a los Ayuntamientos. “Los bancos echan a la gente y dejan el piso vacío. Pedimos a las Administraciones medidas valientes y contundentes ante esta situación de emergencia habitacional”, afirma Guille Domingo, portavoz de la entidad, que no descarta que a partir de ahora muchos municipios copien la iniciativa. De hecho, Santa Coloma de Gramenet también ha anunciado su intención de imponer multas parecidas, aunque todavía no se han ejecutado.

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Por su parte, la Generalitat también ha anunciado que trabaja en una tasa contra los bancos que acumulen viviendas vacías. El gravamen, que busca dar salida a las 450.000 inmuebles desocupados que hay en Cataluña, debía recogerse en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de 2014, pero el gobierno catalán ha decidido aplazar su aprobación para regular la tasa en una ley específica.

“Hemos dado mucho dinero a bancos y cajas que ahora están desahuciando a personas. Es necesario ampliar el parque de viviendas en alquiler y bajar precios”, reclama Bernardos. El profesor de Economía considera que el importe de las multas es bajo, pero admite que puede ser “un incentivo” para dar salida a los pisos. Clavell recuerda que hace seis años cuando se hablaba de multar a los bancos, e incluso de expropiarles los pisos —un extremo que abolió CiU en 2011—, se armó mucho revuelo. “El contexto ha cambiado, es hora de hacer un debate sereno sobre este asunto. Un piso no es una inversión, no es la bolsa, es el techo para alguien”, zanja la abogada.

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