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Tino Fernández ya se viste de presidente del Deportivo

El candidato a suceder a Lendoiro promete que no habrá "ajustes de cuentas personales"

Tino Fernández, candidato a presidir el Deportivo
Tino Fernández, candidato a presidir el Deportivo

Presentó su renuncia a renovar su mandato en la presidencia Augusto César Lendoiro y nadie encontró una declaración de Constantino Fernández Pico, el destinatario de la mayoría de delegaciones de acciones que invitaron al veterano mandatario a asumir que los propietarios del Deportivo desean un cambio. Calló en Nochebuena –“entendí que era el día de Lendoiro”-, respetó la Navidad y ayer se ausentó de la ciudad. “Estuve en Madrid trabajando en temas relacionados con el Deportivo”, confesó esta tarde en su primera valoración tras la renuncia de su principal rival de cara a las elecciones fijadas para el próximo día 21. “No me veo como presidente, pero no quiero sentarme a esperar que llegue ese día y a partir de ahí ver como se solucionan los problemas”. Porque Fernández pide la dimisión inmediata de Lendoiro, pero concede como inevitable que sea él quien pilote la Junta de Acreedores prevista para el día 10 de enero por más que haya anunciado que dejará el cargo unos días después. En ese planteamiento –“una locura”, incide- busca una vía “para que el día 11 no ocurra nada”. Enfocado en ese asunto opta por aparcar la opción de ejercer acciones legales contra la negativa de Lendoiro a que en la junta de accionistas del pasado viernes se cumpliese la Ley de Sociedades de Capital y se pudiese votar a favor o en contra de la continuidad del actual Consejo de Administración del Deportivo. “Me dicen que las posibilidades de éxito inmediato son remotas”, explica. No descarta, con todo acudir en algún momento a los tribunales. “Lo decidiremos cuando se analicen bien todas las conductas. Haremos lo que beneficie al club, no buscamos ajustes de cuentas personales”.

 Fernández y su equipo dan por tanto un paso atrás respecto a la querella anunciado tras la junta ordinaria. Y dan uno adelante al ejercer con cierto talante institucional. “Hasta el viernes no éramos nadie, ahora poco más somos, pero estamos legitimados por el apoyo de una mayoría de accionistas”. Con ese bagaje acudió a Madrid, donde regresará el próximo lunes. “Fuimos a hablar de Hacienda, pero no con Hacienda”, confiesa. Y con ese respaldo negocia con algunos agentes la incorporación de fútbolistas al equipo que prepara Fernando Vázquez, con el que le gustaría tener hilo directo a través del club para exponerle su labor. “En algún caso hemos ido a buscar algún futbolista que también está siendo tocado desde la propia entidad”, revela Fernández, que confiesa que se le acumula el trabajo y canta las bondades de la delegación y el trabajo grupal en contraposición a los modos y maneras que según él se estilan en el Deportivo. “Es distinto tener un equipo que un grupo de fieles”, matiza.

Algunos de los colaboradores de Fernández acudieron en las últimas horas al notario para revisar las hojas que contienen las delegaciones de los cerca de 25.000 títulos presentados por Lendoiro en la junta de accionistas. “Unas 3.000 son nulas, ni siquiera sospechosas”, zanja Fernández Pico. “Allí había delegaciones sin firmar, otras que estaban firmadas pero sin señalar en quien se delegaba… ¿Alguna vez vamos a encontrar algo normal”?, se pregunta la principal alternativa a Lendoiro en los últimos 25 años, el empresario de éxito que durante años apoyó el mandato de quien regía el Deportivo y que ahora entona la autocrítica. “Todos somos culpables de la situación en la que está el Deportivo. Unos, los miembros del Consejo, por acción. Y otros por omisión. Yo era de los de la ceguera. Hubo quien no lo estuvo y hay que reconocérselo, aunque seguramente entonces faltó un proyecto. Si hubiese conocido en profundidad los datos hubiera actuado como lo hago ahora, pero también es cierto que no fui a buscar esos datos”.

 Ahora el plan de Fernández es llegar a la presidencia como muy tarde el día 21 y trazar antes alguna estrategia que salve al equipo de cualquier contingencia en caso de que el convenio de acreedores se firme días antes sin acuerdo con la Agencia Tributaria. “Si tuviera algo, lo anunciaría”, se compromete. A partir de ahí el siguiente paso, a no muy largo plazo, sería lanzar una ampliación de capital que entiende inevitable y que abriría la posibilidad de que, como se especula, pudieran llegar inversionistas de fuera de A Coruña a hacerse con el control del club. Pero ahí Tino Fernández adquiere un doble compromiso. “Buscaremos apoyos en la ciudad y además personalmente voy a acudir a esa ampliación”.

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