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El Vaticano expulsa del sacerdocio al expárroco de Sant Vicenç de Castellet

El cura fue fotografiado en albornoz abrazando a un joven desnudo

El expárroco David de Vargas.
El expárroco David de Vargas.

La tradicional misa de Sant Esteve fue el escenario escogido para dar a conocer el último episodio de una historia polémica. El actual párroco de Sant Vicenç de Castellet, Xavier Bisbal, comunicó públicamente que el Vaticano había decidido retirar la condición de sacerdote de su antecesor, David de Vargas, según publicó ayer Regió 7. El párroco, según asegura el rotativo, no tenía “una personalidad idónea” para ejercer esa labor.

Este es el último capítulo de un cúmulo de conflictos que empezaron en 2006, cuando De Vargas llegó al municipio. Durante los cinco años que ejerció como rector de la iglesia protagonizó diversos enfrentamientos con el Ayuntamiento. Incluso su figura supuso una ruptura en la comunidad religiosa del municipio. El entorno de De Vargas —de conocidas posiciones españolistas— alegó que en el fondo del asunto había una cuestión nacionalista.

El 18 de julio de 2011 fue cesado de la iglesia de Sant Vicenç. Pero no fue hasta más de un año después que ese mismo rotativo contó que en la decisión del Obispado de Vic de destituir a De Vargas había tenido peso un elemento hasta entonces desconocido: unas fotografías de tinte erótico del párraco con un joven, del que se desconoce la edad. El ya exsacerdote aparecía con un albornoz blanco y, junto a él, un joven desnudo al que abrazaba. Las imágenes fueron tomadas por un amigo del párroco, en un piso de Barcelona. Esas fotografías, han sido definitivas en la decisión tomada por el Vaticano, y que ha contado con el apoyo del Obispado de Vic, del Arzobispado de Barcelona y de la Diócesis de Castellón, a la que seguía adscrito de Vargas.

Las imágenes fueron tomadas por un amigo del párroco, en un piso de Barcelona

Las imágenes salieron a la luz después de que un fotógrafo se las ofreciese a una entidad, la Asociación de Enterramientos de Sant Vicenç, que estaba vinculada a la iglesia del pueblo, y que mantenía un conflicto abierto con De Vargas.

Esa misma entidad, a través de un abogado, encargó a un detective privado que investigase al párroco después de tener conocimiento de las imágenes. El resultado fue una vida que no se correspondía con los principios que predica y defiende la Iglesia católica. Además, revelaba que el sacerdote había tenido ya algún conflicto en otras iglesias anteriores. Desde que fuese apartado en 2011, el párroco ha permanecido sin destino alguno, residiendo en Barcelona. De Vargas denunció a Regio 7 por las diversas informaciones que ha ido publicando, pero los tribunales no le han dado la razón.

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