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Los asesores de Mas proponen aliarse con España en caso de independencia

El Consejo de la Transición recomienda una unión ibérica con Portugal y Andorra

Independencia, sí, pero solo un poco. Esa es la recomendación de los asesores del presidente de la Generalitat, Artur Mas, en el proceso soberanista. El último informe del Consejo Asesor para la Transición Nacional, presentado ayer, concluye que Cataluña, en caso de secesión, deberá buscar formas de aliarse con España. Mecanismos de cooperación que, sin llegar a configurar un único Estado federal, sirvan para compartir ámbitos de actuación. El objetivo es evitar la posible debilidad de una Cataluña independiente. Los asesores concluyen que la “euforia” por una secesión no debe hacer “perder de vista las fuerzas limitadas que tendría un nuevo Estado como Cataluña”.

El informe sobre “las relaciones de cooperación entre Cataluña y el Estado español” prevé dos vías de colaboración entre el hipotético Estado catalán y España. La primera es el llamado Consejo Ibérico, un mecanismo de cooperación similar al de los países nórdicos, que incluiría a todos los Estados de la Península: España, Cataluña, Portugal y Andorra. La estructura puede recordar, a pequeña escala, a la Unión Europea: el ente tendría un Consejo de Parlamentarios, con diputados de los cuatro países; un consejo de ministros, de cooperación intergubernamental; y una secretaría general permanente. Las materias de colaboración previstas por el Consejo son variadas: ambientales, energéticas, de seguridad y defensa, culturales, deportivas, agrícolas, industriales, educativas, de salud...

Cataluña podría recaudar entre 40.000 y 100.000 millones

En caso de fallar esta estructura, los asesores proponen un “Consejo Catalano-Espanyol” que tenga más materias de colaboración, como la monetaria y financiera. A la estructura de la anterior (consejo de ministros, asamblea interparlamentaria y secretaría general) añaden comisiones de trabajo permanente para los ámbitos en los que Cataluña y España decidan colaborar. “Una cosa es ser un Estado independiente y la otra es que el nuevo Estado se aísle totalmente del Estado español. El Estado independiente no tiene como finalidad romper todas las relaciones con España. La intención es que las relaciones sean más sólidas que las actuales, desde un plano de igualdad”, explicó Carles Viver Pi-Sunyer, presidente del Consejo Asesor.

El informe no aborda la relación que una Cataluña Estado tendría con la Unión Europea, materia reservada para otro documento. Aunque en una breve mención deja claro que, pese a que las negativas de las autoridades comunitarias han sido reiteradas, los asesores siguen confiando en que entre en la UE. “Una Cataluña soberana permitiría automáticamente una representación directa en todos los organismos internacionales”, concluye el documento.

El Consejo Asesor para la Transición Nacional tiene previsto presentar 19 informes hasta la primavera para dibujar el escenario de una hipotética Cataluña independiente. El primero mostró los diferentes caminos para convocar una consulta, y ayer aprobó otros cuatro. Estos tenían que presentarse en marzo, porque el Gobierno había paralizado su publicación hasta que los partidos lograran ponerse de acuerdo en la pregunta de la consulta soberanista. Solucionado el escollo, los asesores de Mas pueden seguir trabajando.

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Sin ayuda española, esa cantidad se quedaría

Aparte de dibujar las relaciones entre Estados, el Consejo analizó la Agencia Tributaria Catalana. El informe prevé que una Cataluña independiente pueda recaudar entre 40.000 y 100.000 mil millones de euros anuales. Los autores del estudio no se mojan sobre el importe definitivo: la horquilla se define entre el dinero que recauda Hacienda en Cataluña, 40.000 millones de euros; la ponderación entre el PIB catalán y la presión fiscal en España, 70.000 millones de euros; el cálculo con la media fiscal de la UE, que sale a 80.000 euros; y los 100.000 millones de euros resultantes de comparar el PIB catalán con la presión fiscal de los países nórdicos. El coste de la Hacienda catalana también varía: entre los 280 millones de euros (calculando el porcentaje catalán respecto a lo que cuesta Hacienda) y los 700 millones anuales siguiendo el coste mediano en los países de la OCDE.

“Las cifras no pueden ser exactas porque no existen”, se disculpó Viver Pi-Sunyer. El informe reconoce que el éxito de la Agencia Tributaria catalana dependerá de la cooperación del Gobierno español en caso de secesión. Sin colaboración española, sentencia el informe, el funcionamiento de la recaudación catalana dependerá de la buena voluntad de ciudadanos y empresas.

El Consejo Asesor para la Transición Nacional también presentó dos informes más: uno, sobre las telecomunicaciones, que se resume en la necesidad de asegurar el funcionamiento básico de las infraestructuras del Estado; el otro, sobre las complicidades internacionales, recomienda al Gobierno incrementar su labor diplomática en Gobiernos y personalidades representativas de otros países.

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