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94 militantes de Unió se dan de baja por desacuerdos con Duran

Los exafiliados lamentan que la dirección no defienda la independencia, "la opinión mayoritaria entre los militantes"

Ferran Tortosa, Laura Castel y José Manuel Cuevas, ayer.
Ferran Tortosa, Laura Castel y José Manuel Cuevas, ayer.Massimiliano Minocri

Un total de 94 militantes de Unió Democràtica de Catalunya (UDC) del Camp de Tarragona solicitaron ayer darse de baja del partido por discrepancias con la actual dirección de la formación, en especial con su líder, Josep Antoni Duran Lleida, por su postura en el debate soberanista. Una representación de los críticos, integrados por 72 militantes de la ciudad de Tarragona y otros 22 de diversas localidades, acudieron ayer a la sede del partido en Barcelona para cursar la baja y entregar un manifiesto en el que descargan su malestar contra la cúpula de Unió.

Los militantes plasman en la carta su “total disconformidad” con el posicionamiento “ambiguo” de la dirección de Unió en el debate soberanista. Este “no refleja la opinión de la mayoría de la militancia”, esgrimen los críticos, quienes apuestan por la independencia de Cataluña. “Queremos transmitir nuestra decepción con la organización interna del partido, su falta de renovación, la acumulación reiterada de cargos en las mismas personas”, asegura la carta, en la que los militantes desencantados también se quejan de una “frágil democracia interna” en el seno de Unió y de un “alejamiento de cada vez más intenso de la dirección sobre la base social” de la formación.

Entre los firmantes se encuentran miembros históricos como Ferran Tortosa, expresidente de Unió de Treballadors Democratacristians. “No sé si algún día realmente se conseguirá cambiar un liderazgo que lleva 30 años, nosotros lo intentamos pero no fue posible”, explicó otra de las firmantes del manifiesto, Laura Castel, quien avanzó que están meditando la posibilidad de promover una plataforma local en Tarragona para concurrir a las próximas elecciones municipales. En esta ciudad los desencuentros se remontan al 2011, cuando a solo dos meses de los comicios municipales los 10 miembros de la ejecutiva de Unió dimitieron en bloque denunciando fuertes presiones de la dirección, a la que llegaron a acusar de hinchar fraudulentamente en número de afiliados para imponer un candidato a la alcaldía. Unió, por su parte, trató de apaciguar los ánimos ayer asegurando que el casi centenar de bajas registradas ya estaban anunciadas desde hacía dos o tres años y que más del 50% de ellos no estaban al corriente del pago de las cuotas anuales. La formación democristiana también quiso salir al paso de las críticas por su postura en el debate soberanista. “Unió está comprometida al máximo con la consulta, la pregunta y la fecha anunciada. Desde 1931 Unió defiende el derecho a la autodeterminación del pueblo de Cataluña”, zanjó el partido liderado por Duran Lleida en un comunicado.

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