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El ataque a un camión agrava el conflicto laboral de Panrico

La compañía desconvoca la reunión con los sindicatos de hoy

Dani Cordero
El bloqueo de la planta generó enfrentamientos entre trabajadores y repartidores la semana pasada.
El bloqueo de la planta generó enfrentamientos entre trabajadores y repartidores la semana pasada.ALBERT GARCIA

El conflicto laboral de Panrico en Santa Perpètua de Mogoda (Vallès Occidental) está lejos de resolverse. Tan lejos que la compañía desconvocó ayer el encuentro que debía mantener hoy con los sindicatos después de que un grupo de trabajadores destruyera por la mañana la carga de un camión de distribución de la compañía en la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del Puerto de Barcelona, donde Panrico tiene un almacén en el que centraliza producto para después distribuirlo. Ese centro ha cobrado protagonismo en Cataluña con la huelga indefinida que desde hace diez semanas bloquea la fábrica vallesana.

Tanto el Departamento de Empresa como CC OO describieron a los atacantes como “piquetes incontrolados” y no descartan la posibilidad de reconducir la situación, aunque fuentes de la Generalitat indicaron que antes será necesario que los trabajadores condenen esos hechos a través de un comunicado. “El comité deplora este tipo de actos y quiere reunirse con la empresa”, afirmó Miguel Ángel Domínguez, secretario general de la Federación Agroalimentaria de CC OO en Cataluña.

Tanto el Gobierno catalán como el Ayuntamiento de Santa Perpètua intentan pacificar la tensión

La Generalitat arrancó el compromiso de Panrico de sentarse en la misma mesa que los sindicatos siempre y cuando la plantilla se comprometiera a rebajar “la intensidad de la información”, en referencia a la acción de los piquetes. El bloqueo que mantienen los trabajadores de Santa Perpètua provocó la semana pasada enfrentamientos entre empleados de la compañía y repartidores, que en su mayoría son trabajadores autónomos.

Tanto el Gobierno catalán como el Ayuntamiento de Santa Perpètua intentan pacificar la tensión de un conflicto que ha ido escalando en paralelo al paso del tiempo. El ataque de ayer no sentó bien a la Generalitat, que ha intermediado entre sindicatos y empresa pese a que no tiene capacidad para cambiar las cosas, ya que el expediente de regulación de empleo, que afecta a 745 trabajadores, se presentó en Madrid. Los sindicatos pretenden que Panrico modifique su plan de viabilidad, que supone recortar el 43% de la plantilla catalana, 154 despidos.

La plantilla de la fábrica vallesana ha sido la más contestataria del grupo desde que la compañía anunció de forma concatenada su falta de liquidez para pagar nóminas, la presentación de expediente de regulación para reducir la plantilla y la presentación de preconcurso de acreedores. Los trabajadores mantienen desde entonces una huelga indefinida y han dejado técnicamente paralizada la fábrica, lo que ha provocado que Panrico produzca Donuts, Donettes y Bollycaos en las otras fábricas que posee repartidas en España.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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