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El autobús de L’Alacantí reducirá frecuencias y el billete será más caro

La empresa mantiene el ERE y los trabajadores amplían los días de huelga

Uno de los autobuses interurbanos de Alicante.
Uno de los autobuses interurbanos de Alicante.PEPE OLIVARES

El acuerdo entre el Ayuntamiento de Alicante y la Consejería de Infraestructuras para mantener el transporte metropolitano en la comarca está cojo. Las empresas Masatusa y La Alcoyana, que prestan el servicio urbano e interurbano, carecen de datos oficiales sobre este acuerdo que estiman que comportará una reducción de las frecuencias de paso por las paradas y el previsible incremento del precio del billete, en especial en los trayectos entre la capital y la comarca.

Fuentes de la empresa Vectalia, adjudicataria del servicio de Transporte Metropolitano de Alicante (TAM), cifraron en 5,3 millones de euros la deuda de la consejería de Infraestructuras correspondiente a 2013. La empresa admitió que la situación es “complicada” e instó a las administraciones a “dialogar”. El anuncio que realizaron el miércoles la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, y la consejera, Isabel Bonig, para garantizar el servicio comporta que a partir del próximo año la empresa cobrará ya no por kilometraje recorrido sino por número de pasajeros.

Los sindicatos lamentan que “al final si las cuentas no cuadran lo paguen los trabajadores”

La empresa mantiene el ERE (expediente de regulación de empleo) que afecta a 65 de los 180 trabajadores al estimar que tendrán menos ingresos, habrá menos frecuencias y se necesitará menos personal. Los responsables de la empresa lamentaron que todo este acuerdo se base “en conjeturas” y no se hayan sentado a negociar oficialmente todas las partes implicadas.

Ante este panorama los trabajadores acordaron ampliar en dos los días de huelga previstos, y pasarán de siete a nueve. La nueva propuesta de huelga arrancaría el martes día 17 y duraría hasta el 27 (excluyendo los días 21 y 22, fin de semana). El escenario, en plena crisis puede ser preocupante para los comerciantes de Alicante, ya que durante toda la semana de compras de Navidad sufrirán las consecuencias de esta huelga, que fija unos servicios mínimos de un 40% de autobuses en hora punta y un 30% en el resto del día.

La huelga será del 17 al 27 de diciembre, excepto el fin de semana
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“Si los números no cuadran, al final lo pagarán los trabajadores”, entiende el comité de empresa de La Alcoyana, que prevé que el ERE continúa si a la empresa no le sale a cuenta la propuesta de la Generalitat. Su portavoz, Gil Grimaldos, advirtió que “nadie entendería que después del acuerdo y de que los trabajadores pospongamos la huelga, lleguen el lunes y presenten un escenario de pérdidas para la empresa”. Esa perspectiva, según el sindicalista, “sería jugar con fuego”.

La puesta en escena de Bonig y Castedo el miércoles diciendo que el ERE de la empresa no era necesario empujó al comité de empresa de La Alcoyana a dar un voto de confianza a la mercantil y a posponer una huelga que hubiera comenzado ayer.

La idea que transmitieron el jueves los encargados de negociar con los empleados al comité era que el próximo lunes se podría saber si el ERE persistía o no. Durante la madrugada del jueves la asamblea de trabajadores votó a favor del aplazamiento, aunque algunos de los empleados llegaron a mostrar su falta de comprensión con el comité: “¿Por qué se para la huelga sin nada firmado?”, señaló alguno.

Todo hace presagiar que habrá huelga. La consejería augura que “la del lunes será la primera reunión de varias”. Y la negociación se prolongará durante días. Por su lado, 14 asociaciones de vecinos de la Zona Norte de Alicante exigieron ayer la dimisión de la consejera por su “incapacidad” en este conflicto.

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