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Un hospital de Málaga entrega un recién nacido equivocado a una madre

Una pareja, que tuvo una niña, detectó el error al quitarle el pañal

Marta Montes y José Carlos Chicón con la pequeña Naia.
Marta Montes y José Carlos Chicón con la pequeña Naia.garcía-santos

Marta Montes se puso de parto de su segundo hijo el pasado 29 de noviembre y al día siguiente dio a luz por cesárea en el Hospital Materno-Infantil de Málaga a la pequeña Naia. La madre se recuperó pronto e inmediatamente la subieron a planta con su bebé. Pero en realidad no era su niña. Después de un rato de debate entre los familiares sobre a quién se parecía, la abuela le abrió el pañal y vio que era un niño. Hubo nervios, carreras y avisos al personal del centro, que le había entregado por error a otro recién nacido. Marta y su pareja, José Carlos Chicón, estuvieron dos horas con un pequeño equivocado.

La niña nació por la mañana y su madre pudo verla apenas cinco segundos después de nacer antes de que se la llevaran al nido, según publicó ayer el diario Málaga hoy. Marta fue ingresada en una habitación dos horas más tarde y a los 15 minutos ya estaba disfrutando de la que pensaba que era su hija. “Le estuve dando el pecho y estuvimos haciendo fotos para enviarlas a familiares y amigos que están en Asturias”, cuenta. Le pareció que el bebé tenía la carita diferente a como la había visto un rato antes, que no se parecía tanto a su hermano Héctor (su otro hijo, que tiene dos años y medio) como había pensado, pero no le dio demasiada importancia por la dificultad de identificar rasgos en los recién nacidos. Pasado un rato, fue la abuela materna la que decidió abrir el pañal guiada por “una intuición”.

“En ese momento se te pasa de todo por la cabeza, con la de cosas que escuchas que pueden ocurrir. Tuve mucha ansiedad hasta que trajeron a la niña”, explica la madre. Pasaron 20 minutos hasta que la pareja tuvo por fin en brazos a Naia. Las enfermeras le contaron que la pequeña permaneció todo el tiempo en el nido, porque la otra madre implicada en esta confusión, que no se enteró de nada hasta que pasaron dos días, estuvo tres horas más que Marta en la sala de recuperación y no dio tiempo a que estuviera con el bebé. Las dos madres habían estado hablando en esta estancia.

A los padres, el hospital les ofreció dos versiones distintas de lo que había ocurrido. El mismo día del parto, que era sábado, dos pediatras fueron a la habitación y les dijeron que los niños habían estado en la misma cuna y que fue ahí donde se equivocaron al ponerles las pulseras identificativas. El lunes, cuando la pareja optó por solicitar una prueba de ADN, fueron dos altos directivos del centro los que se disculparon y comentaron que el error en la nominación de los niños no había sido en la cuna, sino en la sala donde llevan a los bebés cuando salen del quirófano, relata Marta.

Fuentes del Materno han recordado que tanto los neonatólogos como los responsables del centro se han disculpado con los padres y que se ha hecho un análisis para detectar lo que ha ocurrido y “mejorar el procedimiento de identificación” de los bebés. Alegan, no obstante, que la pulsera no es el único método que se utiliza, sino que la identidad del recién nacido se contrasta con una muestra de sangre y las huellas dactilares.

Todo ha quedado en un susto, pero la familia ha solicitado a la dirección del hospital un estudio para que no vuelva a repetirse una situación similar.

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