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Encontrarse en la sierra

La cantante y compositora, embarcada en una gira con su último disco, alterna las arterias comerciales del centro con la naturaleza de la zona noroeste

La cantante Patricia Kraus, en la Gran Vía.
La cantante Patricia Kraus, en la Gran Vía. Luis Sevillano

1. Jardín Botánico. Toqué una vez allí con mi anterior banda, Wax Beat. Es un sitio maravilloso que está un poco escondido. La gente lo conoce, pero no es muy visitado. Y en primavera y otoño es espectacular (Plaza de Murillo, 2).

2. Parque de El Retiro. Voy a correr, a pasear, como atajo para llegar a cualquier lado o camino corriendo hasta él y luego me quedo allí sin prisas.

3. El barrio de Malasaña. Me encanta cómo está ahora. Es una especie de soho londinense en pequeñito. Siempre se renueva. Siempre tiene algo que ofrecer. En los años ochenta era el centro neurálgico por los garitos, de noche. Ahora es más comercial, de diseño.

4. Bar La Gloria. Es un bar donde se aceptan perros, ponen paella los domingos, tiene unas tapas riquísimas… Vamos, lo clásico. Además, a veces hay conciertos y es muy heterogéneo. Es relativamente nuevo y lo lleva mi amiga Sol, que es de las mejores taberneras (Calle de Valverde, 42).

5. Calle de Alcalá. Soy una enamorada del trayecto que va desde Cibeles hasta Goya. O desde alguna salida a la calle del Retiro hasta la glorieta de Manuel Becerra. Me apasiona porque combina comercios tradicionales, tiendas de ultramarinos o pequeños locales antiguos con otros muy modernos y elegantes. Te vas sin ningún objetivo y puedes pararte en un montón de sitios.

Una diva del jazz

Nació en Italia, tiene un trozo de corazón en Canarias y le apasiona Madrid. Patricia Kraus (Milán, 1964), hija del tenor Alfredo Kraus, se crió entre pentagramas. Ahora presenta un nuevo álbum en solitario, Divazz 2013.

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6. La Castellana. Me parece una pasada. Y no sé si es la avenida más ancha de Madrid. Es infinita. Cuando hace sol se ve muy bien a los dos lados, con las torres Kio de fondo. Me recuerda, aparte, a cuando el estadio Santiago Bernabéu era prácticamente el límite de la metrópoli. ¡Ahora es casi el centro!

7. Las Matas. Después de vivir algún tiempo en el centro me mudé a este pueblo, a unos kilómetros de la capital. Es muy tranquilo. Tiene un barrio ferroviario antiguo muy bonito y da al monte de El Pardo.

8. Cercedilla y Navacerrada. Son dos sitios de sierra espectaculares. Suelo ir cuando no hace muy malo a hacer alguna excursión. Me encanta hacer el camino Smith hasta Las Dehesas. Suelo llevar a algunos amigos y pasamos el día entero. También me acerco de vez en cuando a La Pedriza, pero, si puedo, prefiero entre semana porque los sábados o domingos está hasta arriba.

9. El Escorial. De pequeña viví en Boadilla, así que me conozco mucho la zona noroeste. Me encanta subir hasta el monasterio y dar un paseo aprovechando las vistas. Además, creo que soy de las pocas personas que entra a verlo, porque es muy conocido por fuera pero es raro pasar y es impresionante. También me encanta ir a comer. Una vez toqué en un bar de allí y fue genial porque luego salimos a cenar. Además, tiene mucha vida cultural, mucha oferta de conciertos y exposiciones. Y es importantísimo, porque la identidad cultural de un sitio no se puede perder.

10. Glorieta de Quevedo y alrededores. La plaza de Olavide es uno de mis sitios preferidos. Tiene mucho ambiente y es perfecta para tomar algo. Pero me encanta todo Chamberí. Tiene mucho sabor. Mi estudio, encima, está en la calle del Cardenal Cisneros. Creo que cada calle de Madrid es un mundo. Una pena que la vendamos tan mal, al contrario que otras ciudades.

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