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La caída de ayudas públicas agrava la exclusión

Cáritas alerta de la situación de riesgo de cientos de familias de Castellón

“Las consecuencias de la crisis son cada vez más graves y afectan a un mayor número de personas”. Juan Manuel Aragonés, director de Cáritas Diocesana Segorbe-Castellón, alertó este martes de que la caída de las ayudas públicas “ha agravado” la situación de riesgo de exclusión que padecen cientos de familias en la provincia. En el último año, Cáritas ha atendido a 1.441 familias (unas 5.000 personas) dentro de su campaña extraordinaria dedicada exclusivamente a ayudar a las víctimas de la crisis en la diócesis. El año pasado se atendieron a 600 familias.

Aragonés explicó que estos datos se explican por la duración de la crisis (“el colchón de las familias se está desgastando”) y porque los Ayuntamientos, Diputación, Generalitat y Estado han recortado sus ayudas. “Los responsables de la atención son las Administraciones públicas, nosotros somos subsidiarios”, dijo. Aunque también apuntó que el aumento de los fondos recaudados les ha permitido ayudar a más personas. Cáritas Segorbe-Castellón recibió 229.468 euros en el último año frente a los 159.000 de 2012.

Desde la organización diocesana destacaron la aparición de nuevos casos de víctimas de la crisis que han caído en situaciones provocadas por decisiones de los gobiernos estatal y autonómico. Entre ellos, el copago de medicamentos. “Siempre habíamos atendido a personas sin hogar que no podían pagar los fármacos, pero este año hemos tenido que ayudar a hacer frente al copago o a personas sin tarjeta sanitaria”, apuntó el director. Estos casos son extremos puesto que, según explicó, la prioridad de la campaña es contribuir a paliar los efectos de la crisis en aquellas familias en las que no entra ningún ingreso.

También se han visto obligados a utilizar parte de los fondos para contribuir a la alimentación de las familias, una ayuda que Cáritas realiza a través de otros programas pero que este año, según indicaron, la situación es tan grave que también han tenido que dedicar partidas para que las familias puedan comer a través de esta campaña específica que otros años iba prácticamente destinada a auxiliar en el pago de los alquileres. Aragonés también habló de casos de malnutrición infantil: “La precariedad de la familia nos ha llevado a también a tener que pagar ayudas para comedor y a hablar con Ayuntamientos para abordar esta problemática”. En este punto ha hablado de los “problemas burocráticos” para acceder a las becas.

En total, Cáritas ha destinado 191.249 euros a esta campaña en la provincia. La mayor parte (76%) para el pago de alquileres y suministros como luz y agua. La organización alerta de la aparición de nuevos perfiles vulnerables como el de parejas jóvenes con hijos y sin ingresos.

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