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Boadilla se escuda en un sondeo para dejar nombres franquistas en sus calles

El Ayuntamiento preguntó telefónicamente a 400 vecinos, que apoyaron mantener el callejero El PSOE denuncia que las preguntas estaban dirigidas

Placa de una de las calles con nombre franquista en Boadilla del Monte.
Placa de una de las calles con nombre franquista en Boadilla del Monte.Carlos Rosillo

La avenida del Generalísimo y la calle de José Antonio seguirán en el callejero de Boadilla del Monte (47.000 habitantes), dejando a un lado el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. El equipo de gobierno, del PP, apoya su decisión en el resultado de una encuesta que se ha realizado a 400 vecinos. “La mayor parte ha dicho no al cambio de nombre”, informa Miguel Ángel Ruiz, concejal de Urbanismo.

El 88% dijo que  "no era urgente renombrar las vías"

Una consulta “con truco y manipulada”, a juicio de Pablo Nieto, portavoz del PSOE, “porque las preguntas dirigían a ese resultado. ¡Hasta yo habría contestado lo mismo! Están utilizando a los vecinos como excusa y eso es una desfachatez", observa. Su grupo lleva desde el año 2003 proponiendo al pleno de Boadilla el cambio de nombre de estas calles por otros más acordes con la realidad democrática actual.

Polémica encuesta

» Participantes: 400 vecinos, que viven en el casco urbano, en el sector B y en las urbanizaciones.

» Primera cuestión: "En los últimos meses se ha venido hablando del cambio de nombre de algunas calles del municipio. ¿Si usted tuviera que valorar la prioridad que debe concederse a este asunto diría que le parece: muy importante, poco o nada urgente?

» Respuesta: El 88,5% dijo que poco o nada urgente

» Segunda cuestión: "Hablando en concreto de las calles de Boadilla del Monte de Jose Antonio y avenida del Generalísimo, ¿hasta qué punto le parece importante cambiar el nombre de estas calles?

» Respuesta: El 76,8% se decantó por el poco o nada importante

La consulta, que costó 2.800 euros al erario público, incorporaba dos largas preguntas. La primera preparaba el terreno, pero no incidía directamente en la cuestión principal: “En los últimos meses se ha venido hablando del cambio de nombre de algunas calles del municipio. ¿Si usted tuviera que valorar la prioridad que debe concederse a este asunto diría que le parece: muy importante, poco o nada urgente? "El 88,5% dijo que poco o nada urgente", informa Ruiz.

A continuación, se preguntaba al entrevistado: “Hablando en concreto de las calles de Boadilla del Monte de Jose Antonio y Avenida del Generalísimo, ¿hasta qué punto le parece importante cambiar el nombre de estas calles? El 76,8% se inclinó por el poco o nada importante.

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El sondeo se encargó a la empresa Demométrica, especializada en investigación de mercado y opinión pública. Los entrevistados procedían de diferentes partes del municipio: centro urbano, Sector B y urbanizaciones. Se llevó a cabo telefónicamente, entre el 26 y 27 de noviembre del año pasado, pero el PP no informó ni de su realización ni de su resultado hasta el último pleno, celebrado el pasado mes de noviembre. A la vista del resultado negativo, no lo consideraron necesario, explica un portavoz municipal. “Nos enteramos cuando volvimos a presentar una moción al respecto”, explica Nieto.

“La encuesta es una excusa para no cambiar nada”, dicen los socialistas

El edil de Urbanismo asegura que el sondeo se llevó a cabo a raíz de la moción sobre el cambio de calles que incorporó el PSOE en la sesión plenaria de septiembre de 2011. “Se decidió que se consultara primero a los vecinos y eso es lo que hemos hecho”, asegura Ruiz. “Eso no es exactamente así”, matiza Nieto. “Es verdad que planteamos la moción, pero el PP introdujo una enmienda a la totalidad y cambió totalmente nuestra propuesta. En aquel momento, Ruiz, que ya era concejal popular, mantuvo que la modificación de las calles planteada era electoralista debido a la cercanía de los comicios y a la falta de propuestas de los socialistas para sacar a España de la crisis en la que se encontraba.

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Al mismo tiempo, el PP argumentó que el cambio de nombre de las calles produciría “graves efectos económicos y personales sobre varios centenares de vecinos de este municipio”. Por este motivo, propusieron que había que recabar el sentir de los vecinos y reclamar al Estado que, en su caso, permitiese compensarles por las molestias derivadas de las gestiones administrativas que habría que realizar. Esto llevó al PP a aprobar una enmienda a la totalidad de la moción presentada por el PSOE y desembocó, finalmente, en la consulta vecinal.

“Excusas y más excusas”, declara Nieto que, fiel a su reivindicación, volvió a la carga en el pleno de noviembre con motivo del día de la Constitución. “Si hubieran querido saber lo que realmente pensaban los ciudadanos, la pregunta habría sido: ‘¿Quiere usted que se cambie el nombre de esta calle por este otro?’ Así de sencillo”. Los socialistas consideran que estos símbolos franquistas homenajean a aquellas personas que instauraron y sostuvieron una dictadura que derribó mediante un golpe de estado un Gobierno democrático. “Y pensamos que ese reconocimiento es un claro desprecio a los valores que deben regir la convivencia en nuestro pueblo, además de un incumplimiento de la Ley”, dice el socialista Nieto.

El artículo 5 de la Ley de Memoria Histórica, aprobada el 26 de diciembre de 2007 durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, señala que las administraciones públicas tomarán las medidas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura.

Vestigios inamovibles de la dictadura

El cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica en la región  tiene aún camino que recorrer. En Madrid persisten 165 símbolos y nombres de calles franquistas. En este contexto, IU presentó en la Asamblea de Madrid el 20 de noviembre de este año una Proposición no de Ley para requerir a las administraciones públicas la retirada de la “simbología fascista en callejero, monumentos, placas conmemorativas, denominaciones de centros y servicios públicos”.

La reticencia de muchos municipios a deshacerse de los nombres de calles y plazas que proceden de la dictadura, ha llegado incluso a la Defensora del Pueblo. Soledad Becerril, que ocupa este cargo, exigió el pasado mes de mayo al municipio de Pelayos de la Presa que renombrara la plaza del Generalísmo, donde está el Ayuntamiento. Era la primera vez que esta institución pedía un cambio semejante. El alcalde se negó a escuchar a la institución.

En Boadilla del Monte, el PSOE lleva años pidiendo que desaparezcan las placas de la avenida del Generalísimo y de la calle de José Antonio, lugares donde se hallan las dos sedes que tiene el Ayuntamiento.

Esta situación no es patrimonio de Madrid. En marzo de 2012 el pueblo de Guadiana del Caudillo convocó una consulta popular para ver si seguía siendo del Caudillo o no. El 60% de los votantes optó por mantener el topónimo.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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