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Un guardia civil admite que reveló datos que fueron vendidos a narcos

Pinchazos y testigos destapan soplos que reventaron operaciones policiales

Comandancia de la Guardia Civil en Pontevedra.
Comandancia de la Guardia Civil en Pontevedra.LALO R. VILLAR

Uno de los guardias detenidos por pasar información a organizaciones de narcotráfico que operan en la Ría de Arousa ha admitido en su declaración judicial que reveló datos confidenciales de las investigaciones en las que estaba directamente involucrado como agente adscrito al Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil y de otras que estaban en curso por compañeros de la misma unidad. Javier López, que se prestó a declarar ante el juez y el fiscal, dijo que la información reservada se la había facilitado a su compañero también detenido, Diego Fontán. López negó sin embargo haber pasado directamente los datos a los intermediarios de los narcotraficantes a cambio de dinero.

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Según las diligencia abiertas, los soplos que supuestamente dieron los agentes a varias bandas que estaban siendo investigadas en la Comandancia de Pontevedra frustraron más de cinco operaciones. Ambos agentes fueron detenidos en agosto pasado y permanecieron casi tres meses en prisión para que no pudieran ocultar ni manipular pruebas mientras las diligencias estuvieron secretas. Diego Fontán, que se negó a declarar ante el juez, perteneció al ECO y luego a la Unidad de Delitos Urbanísticos, aunque había solicitado la excedencia en el cuerpo unos meses antes de ingresar en prisión. El juzgado de Pontevedra que instruye el caso ya tiene todos los datos de la presunta participación de ambos guardias en la filtración de información delicada, incluso la relación de las organizaciones que se beneficiaron de los soplos a cambio, presuntamente, de dinero. El fiscal antidroga Luis Uriarte está a la espera de un exhaustivo informe de orden interno que ha elaborado la Unidad Central de la Guardia Civil para redactar el escrito de acusación.

Las pruebas obtenidas, como pinchazos telefónicos y declaraciones de testigos, implican a los dos agentes en la venta de información a intermediarios de distintas organizaciones durante años. Fuentes relacionadas con el caso incluso llegaron a constatar que los agentes “informaban al que más pagaba”. Las sospechas saltaron a raíz de haberse frustrado una redada policial, aunque luego también se extendieron a otras operaciones anteriores que se habían abortado. Las pesquisas condujeron a los responsables de las filtraciones que habrían evitado la intervención policial en transportes de droga y detenciones. También fueron implicados en el caso tres supuestos intermediarios que recibían y pagaban la información a los guardias, aunque solo uno de ellos, Juan Carlos Santorum, de Vilanova de Arousa, pasó a disposición del juzgado número 2 de Pontevedra y quedó en libertad con cargos. Paralelamente a estas diligencias por delito de infidelidad en la custodia de documentos y revelación de secretos, la Guardia Civil abrió una investigación patrimonial de los guardias implicados. En ella se detallan los negocios de hostelería de Fontán, que regentaba en San Vicente do Mar (O Grove) un conocido pub, el Ocean's Summer Club.

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