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ANA PÉREZ LUNA

“Esta comisión es una vuelta atrás”

La exsecretaria de la Mujer de UGT en Adnalucía es pesimista sobre el futuro de la organización

Javier Martín-Arroyo
Ana Pérez Luna.
Ana Pérez Luna. julian rojas

"Soy pesimista porque nos ha pillado el toro. Me achacaban la impaciencia, pero es que vamos tarde". Ana Pérez Luna (Sevilla, 1976) fue secretaria de la Mujer con el anterior líder de UGT Manuel Pastrana y hoy es presidenta del comité de empresa de Isla Mágica, donde representa a 350 trabajadores. No lidera el sector crítico porque no está organizado, pero se descarta como candidata. Este diario ha intentado entrevistar a algún miembro de la dirección, pero esta ha declinado la invitación.

Pregunta. ¿Sobrevivirá UGT si finalmente la Junta le exige devolver 7,5 millones?

Respuesta. Tenemos patrimonio... pero eso hunde económicamente al sindicato. Además, hay que readmitir a los 57 trabajadores afectados por el expediente temporal (ERTE), un tema que se hizo fatal.

P. ¿Y qué ocurrirá ahora?

R. ¿Sinceramente? Creo que no va a dimitir la ejecutiva entera y colocarán otro secretario general para contener la explosión. Paco ya ha avanzado que esperaba ser el único en dimitir, por lo que estaríamos en las mismas. Sin debate. Si se abre una gestora, hay varios meses para contactar con las bases, que no están organizadas.

P. ¿Es un peligro real que UGT acabe como un sindicato residual?

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R. Sí. Los más veteranos siempre se refieren al escándalo de la PSV y dicen que siempre se sale adelante porque tenemos 125 años de historia. Pero lo tenemos muy cruda. A mí me acusan de haber sacado el debate fuera, y yo creo que el debate dentro es una trampa mediante la que ellos controlan el sindicato.

P. Muchos dirigentes evitan opinar porque creen que favorece al Gobierno.

R. Sí creo que hay un ataque mediático y la derecha se quiere cargar a los sindicatos. La secuencia es clara: aprueban una reforma laboral y te quitan la herramienta para defender a los trabajadores. Ahora una empresa que presuponga pérdidas puede aplicar descuelgue salarial y tocar los horarios, algo brutal, y no puedes hacer nada porque la ley lo permite. Se cargan la negociación colectiva, nos desprestigian con escándalos, la ley con multas para las movilizaciones... y así dirán: ‘¿para qué sirven los sindicatos? Para nada’. La estrategia es clara, pero UGT no está siendo capaz de denunciarla por su incapacidad comunicativa.

P. ¿Se postula como líder?

R. En mayo me lo propusieron, pero ahora no tengo ninguna posibilidad porque me acusan de desleal. La persona que entre no debe haber participado en la comisión anterior, por mucho que yo no haya intervenido económicamente. Tendría que entrar alguien nuevo.

P. ¿Cómo ve el escándalo?

R. No creo que haya enriquecimiento, pero sí un problema de financiación que hay que abordar. No sé qué ha podido fallar. Tú pedías las necesidades y Paco gestionaba los fondos.

P. ¿Sufre el sindicato una desconexión con la calle?

R. Tenemos un problema de representatividad. El perfil de varón de 50 años con un trabajo estable y un salario decente, no es lo que hay hoy. Tiene que haber gente parada, precaria, camareros, participando en el sindicato. Si no, sus problemas no los solventamos.

P. ¿Cuál ha sido el mayor error de Fernández Sevilla?

R. Paco nunca ha creído en la comunicación, es lo que realmente le ha matado del todo. No lo he visto nunca como un sindicalista ni le he escuchado un discurso escrito por él, no es un tío con ideas.

P. ¿Le achaca la crisis a Pastrana y a Fernández Sevilla?

R. El máximo responsable ha sido Pastrana. Manolo tenía la intención de hacer una regeneración, pero no sé por qué no la hizo. Me extrañó mucho cuando nos incorporó a mucha gente joven en una comisión ejecutiva paritaria, y todo se derrumbó. Esta comisión ejecutiva es una vuelta atrás.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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