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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Zapatero exculpa a Zapatero

El expresidente está convencido de su particular papel en la historia

La última pandemia que trae la crisis viene en forma de autobiografías exculpatorias.

En Estados Unidos acaba de hacerlo Alan Greenspan, el que fuera presidente de la Reserva Federal y quien dio alas a las trampas financieras que provocaron la crisis; por supuesto, diciendo que él no tuvo culpa de nada. Aquí en España ya ha publicado la suya Aznar, el gobernante que en mayor medida alimentó la burbuja inmobiliaria, aunque no habla nunca de ello; y también Pedro Solbes, un genuino defensor de las políticas que han desarmado a los estados para favorecer a los intereses privados, impidiendo así que pudieran hacer frente a la hecatombe que se les vino encima, aunque él culpa de todo a Zapatero. Pero es este último quien a mi juicio bate el récord de memorables despropósitos.

Alguna de las cuestiones concretas que menciona me han producido tanta sorpresa como indignación. La que más, la escandalosa publicidad que a buena hora le da a la carta que en agosto de 2011 recibió del Banco Central Europeo indicándole las medidas que debían tomarse en nuestro país, y que él primero y luego Rajoy han puesto diligentemente en marcha. Es increíble la desfachatez de Zapatero al publicar ahora para vender libros la carta “estrictamente confidencial” cuya existencia descartó en su día y sobre la que se negó a informar a representantes del pueblo cuando le preguntaron sobre ella. Otra, que Zapatero afirme que la reforma a traición de la Constitución para incorporarle la llamada “regla de oro” fue idea suya (¡valiente orgullo!), cuando es obvio que antes la habían reclamado Merkel y Sarkozy.

Pero con independencia de esas cuestiones hay otras dos que me parece terrible que las exponga alguien que ha tenido y tiene tanta responsabilidad política.

La primera, su empeño en hacer creer que las decisiones que tuvo que tomar cuando la crisis estallaba eran su dilema personal, lo que justamente da pie al título del libro El dilema. No voy a entrar en si lleva razón o no con el argumento del mal menor que utiliza para exculparse y afirmar que obró bien porque hacer lo contrario hubiera sido peor. Eso es lo de menos. La cuestión fundamental es que todavía no se haya dado cuenta de que ese dilema no era el suyo personal sino el que, en todo caso, tenía derecho a resolver libre y democráticamente el pueblo español. Lo que hizo Zapatero al asumirlo como propio fue hurtarle ese derecho a la ciudadanía. Y tan convencido está de su particular papel ante la historia que no le da vergüenza recordar por escrito que recriminó al expresidente griego Papandreu por tratar de consultar a su pueblo sobre lo que se debía hacer frente a la crisis.

La segunda deriva precisamente de todo lo anterior. Es realmente expresivo de lo que nos está pasando que un ex presidente del Gobierno reconozca por escrito que no vivimos en democracia sino en dictadura, porque son poderes ajenos al pueblo y a sus representantes los que toman las decisiones que a estos les correspondería tomar si viviéramos en una auténtica democracia. No se puede mostrar más claramente que nuestras instituciones no son lo que nos dicen sino una farsa y, sin embargo, ni pasa nada, ni a nadie se le ocurre actuar contra quienes la han hecho posible.

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Dice el Premio Nobel de Economía Paul Krugman que Greenspan no solo actúa como un mal economista sino también como una mala persona cuando intenta eludir sus responsabilidades por las medidas que tomó, y me temo que algo parecido cabe pensar que le ocurre a ex gobernantes como Zapatero que miran a otro lado después de haber impedido que sus pueblos hayan sido libres y soberanos.

Aunque aquí no solo hay responsabilidades personales. También la tienen los socialistas españoles. Quienes sinceramente desean regenerar su partido para ponerlo al servicio de los más débiles no creo que puedan tener mucha credibilidad si en lugar de criticar y rechazar esa etapa siguen dando homenajes y riéndole la gracia a ZP y a quienes con él traicionaron sus ideales.

@juantorreslopez

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